Cinco años de taquillazos españoles con historias de hombres mayores que tienen que cuidar a menores

Santiago Segura ha encontrado una mina de oro, consolidando y expandiendo un género de películas que siguen la estela de Padre no hay más que uno, en las que se juega con una comedia que ya está desfasada.

Santiago Segura empezó a explorar la comedia más gamberra con Torrente, el brazo tonto de la ley en 1998, una cinta que él mismo protagonizaba convirtiéndose en una suerte de héroe español que llevaba por bandera el machismo, el fascismo, el racismo y el alcoholismo. 

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A sus 33 años, Santiago Segura hizo que Torrente se convirtiera en un personaje mítico que ha pasado al imaginario colectivo de nuestro país, y siguió explotando la saga con otras cuatro películas que se extendieron hasta 2014. 

20 años más tarde de su debut como director de largometrajes con Torrente, la paternidad le pidió a Santiago Segura un cambio de registro, y después de estrenar la comedia Sin rodeos, lanzó la que se convertiría en la primera película de una nueva saga: Padre no hay más que uno (2019), basada en una comedia argentina de 2017 titulada Mamá se fue de viaje.

Padre no hay más que uno inicia la perdición de la comedia española

Padre no hay más que uno fue una comedia familiar sobre un padre irresponsable y criticón que debía enfrentarse por primera vez al cuidado absoluto de sus cinco peques cuando su mujer se iba de viaje. 

Lo peculiar de esta película es que en ella Santiago Segura actuaba como cabeza de familia, acompañado por su familia real: con Calma Segura y Sirena Segura, las hijas del actor, encarnando a dos de las hijas del protagonista.

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La cinta de Santiago Segura fue un éxito rotundo y consiguió convertirse en el estreno más taquillero del año, augurándole un prometedor futuro a la franquicia, que se siguió expandiendo a una velocidad más vertiginosa que Torrente, y con varios productos derivados entre medias.

El problema del largometraje, y que se repitió en sus secuelas, es que a pesar de señalar el poco compromiso de muchos padres con sus familias y en las tareas domésticas, no acertaba al mostrar el mensaje. Llenó su discurso de clichés y chistes que no terminan por hacer gracia en el siglo XXI.

Santiago Segura volvió a la carga con Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra (2020), repitiendo y doblando la apuesta, ampliando los chistes que ya conocíamos de la primera entrega. Pero como la cinta volvió a ser un éxito en taquilla, el cineasta no cesó en su empeño de entretenernos.

Con A todo tren. Destino Asturias (2021), ahora basada en una película francesa con el nombre de Attention au départ! (2021), Santiago Segura nos trajo una comedia tontorrona, que recibimos entre la segunda entrega y la tercera de su serie principal, que regresó al año siguiente con Padre no hay más que uno 3.

Destino Asturias fue un éxito en taquilla, como las cintas anteriores, y tuvo secuela, A todo tren 2: Sí, les ha pasado otra vez (2022), aunque con Inés de León tomando el relevo de Santiago Segura en la dirección.

Mientras, Santiago Segura continuaba con Padre no hay más que uno 3 (2022), otro éxito en taquilla nacional del año, que seguía sin aportar nada nuevo a las propuestas anteriores, y con Vacaciones de verano (2023), otra comedia del mismo género que intercalaba entre el resto, pero en un ambiente veraniego.

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Hace poco, Santiago Segura ya ha amenazado con regresar este mes de julio con Padre no hay más que uno 4: Campanas de boda, y lo hizo compartiendo el cartel de la cinta en redes sociales al tiempo que llamaba “imbéciles” a las personas que criticaban sus películas.

Pues Santiago Segura tiene un largo historial de ser bastante sensible en redes sociales, pero también de soltar cualquier provocación sin pensárselo dos veces. 

Su cine se convierte en un reflejo de esta personalidad, ya que no sólo dirige y protagonizada la saga de Padre no hay más que uno, también la escribe.

Ahora, su compañero Leo Harlem, que lo ha acompañado en gran parte de las películas que se mencionan en este artículo, sigue sus pasos protagonizando la nueva comedia de Joaquín Mazón recién estrenada en cines, La familia Benetón, sobre un hombre que de un día para otro tiene que dedicarse al cuidado de cinco menores.

El éxito en taquilla de todas estas películas es incuestionable y augura un largo recorrido para los clones de Padre no hay más que uno. Mientras el público siga llenando las salas sin miramientos, seguiremos encontrándonos ante una comedia familiar anticuada, que nos remite a tiempos pasados, a tiempos en los que Torrente era el brazo tonto de la ley.