Sí, estas películas son muy malas, pero la verdad es que nos encantan y explicamos el porqué
Hay películas con una capacidad de atracción inexplicable, si atendemos a su calidad. Qué le vamos a hacer: nos siguen encantando.
Es muy posible que, durante alguna conversación con amigos sobre cine, hayan surgido esas películas "tan malas que son buenas". Y es que hay películas que, aunque sus guiones tengan más agujeros que un queso gruyer, las actuaciones sean reguleras y la verosimilitud brille por su ausencia, son tan animadas que nos atrapan sin remedio.
Estas películas malas varían en función de cada persona, pero tienen en común esa capacidad para que nuestro cerebro nos diga que estamos viendo películas buenas, aunque sepamos que, en realidad, no lo son.
Me voy a ceñir a mis propios ejemplos, que podéis compartir o no, ya que, como digo, esto va por barrios. Se me ocurre, para empezar, Demolition Man, la premonitoria película de Sylvester Stallone de 1993.
La película se ha convertido en todo un clásico entre los fans de Sly por la situación en que se coloca a John Spartan, un tipo duro forjado en los ochenta en un mundo que, bueno, se parece más a nuestra actualidad de lo que muchos querrían admitir.
Tiene ese sabor al cine de Sylvester Stallone que nos encanta, situaciones muy locas y una dupla con Wesley Snapes que no terminamos de saber explicar. La mirada futurista de la peli también juega mucho con el público. La peli es mala, pero seguimos viéndola porque es muy disfrutona.
En esa misma línea, y por seguir con el pobre Sly, tengo ¡Alto! O mi madre dispara. Sé que es una mala película. Sylvester Stallone sabe que es su peor película. Hasta Arnold Schwarzenegger sabía que era una mala película antes de encasquetársela a su entonces némesis. Pero la sigo disfrutando.
Tiene momentos vergonzosos como ese sueño con Sly en pañales, pero también tiene ese "nosequé" de los thrillers de acción que enganchan.
La surrealista química entre Sly y Estelle Getty también contribuye a que, según en qué momento, a uno le pueda llegar a picar el gusanillo por ver a la madre de Joe comprando una Uzi en una furgoneta.
Estas pelis son malas, pero siguen enganchando
No te rías tanto, Arnie, que ahora vas tú. Arnold Schwarzenegger puede haberse hecho un nombre con grandes personajes, como su archienemigo, pero también tiene morcillas épicas como Poli de guardería o Batman y Robin.
La película de Joel Schumacher la vapuleamos constantemente porque es mala con avaricia, y parecía que había tocado fondo con Batman Forever. Sin embargo, tiene un encanto del cine de superhéroes previo a la hegemonía del género en la gran pantalla, que hace que no cambies de canal.
También de los 90 nos queda una mítica de John Woo, Cara a Cara. Tiene una premisa tan original como ridícula, pero su ritmo es tan genial que impide que nos detengamos a recapacitar sobre lo que estamos viendo. Para todo lo demás, tenemos los caretos de Nicolas Cage.
No nos puede faltar alguna de Adam Sandler. El actor es tan querido como odiado en el Séptimo Arte, pero se monta su chiringuito sin molestar a nadie. Por citar un ejemplo, aunque no creo que sea de las peores que tiene, voy a poner Click.
Es una película mala que me encanta por su premisa de controlar la vida a través de un mando a distancia. De regalo, tienes a Christopher Walken, que siempre le da calidad a todo lo que toca. Si hubiese llegado unos años antes, quizá habría sido mejor, aunque puede que algunos efectos no hubiesen lucido tanto.
Las sagas tampoco se libran
Las películas malas no son solo independientes: sagas como Fast & Furious tienen también un fuerte componente de placer culpable.
Aquello de subir el nivel en cada entrega se lo ha tomado muy a pecho la "familia" de Vin Diesel, que ha llegado a subir un coche al espacio. Sin embargo, son entretenimiento puro y duro, no hace falta que arrojes tu cerebro a pensar en tramas complicadas, aunque parezca que el guion lo pretenda.
En este territorio de las sagas no nos puede faltar Sharknado, que son películas hechas premeditadamente para ser malas, pero ¿quién va a resistirse a un tifón repleto de tiburones que amenaza Los Ángeles?
Ya sea porque tienen tramas tan locas que nos hacen quedarnos o porque tienen el encanto de la nostalgia, algunas películas son, efectivamente, tan malas que son buenas para la persona indicada. Y todas son perfectas para tener puestas de fondo mientras charlamos con amigos, claro.
¿Cuáles son vuestros placeres culpables en el Séptimo Arte? Comparte con nosotros tus películas malas favoritas, que seguro que tienes algunas.
Descubre más sobre Javier Cazallas, autor/a de este artículo.
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