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The Rogue Prince of Persia tiene potencial para convertirse en el nuevo pozo de horas de los amantes de los roguelite: análisis de su acceso anticipado

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The Rogue Prince of Persia

Ya hemos jugado al acceso anticipado de The Rogue Prince of Persia, el juego que combina la acción y los saltos de la saga de Ubisoft con el desarrollo roguelite de Dead Cells, y en este análisis os contamos si merece la pena darle una oportunidad.

Después de un breve retraso (provocado por la secuela de cierto juego digno de los dioses), os traemos el análisis de The Rogue Prince of Persia, que ya está disponible en PC a través de Steam en acceso anticipado desde hoy, 27 de mayo, y que es perfectamente jugable en Steam Deck, ROG Ally y otros PC consolizados.

Ubisoft ha querido darle una vuelta de tuerca roguelite a su saga de acción y saltos por excelencia (que nos perdone Rayman), y para ello han contado con nada menos que Evil Empire, el estudio francés responsable de uno de los roguelites más aclamados de los últimos años: Dead Cells.

Este 2024 está siendo un año muy particular, pues estamos asistiendo a un elevado número de lanzamientos en acceso anticipado, incluyendo, cómo no, a Hades II. Normalmente, no acostumbramos a analizar juegos que, dicho mal y pronto, no están acabados... Pero a tiempos nuevos, medidas nuevas (o algo así era).

Por eso, tras haber jugado y completado el acceso anticipado de The Rogue Prince of Persia, os traemos este análisis en el que os contamos qué tal funciona esta combinación de plataformas, acción y roguelite, qué ofrece en cuanto a contenido y si merece la pena darle una oportunidad aun tratándose de una versión preliminar. Vamos allá.

Análisis y opinión de The Rogue Prince of Persia (acceso anticipado)

En The Rogue Prince of Persia, nuestro príncipe favorito regresa a su hogar y descubre que ha sido arrasado por el ejército de los hunos. Contando únicamente con su agilidad y sus dotes de combate, decide salir en busca de supervivientes y, de paso, de respuestas.

Pero el príncipe no es inmortal, por suerte cada vez que cae derrotado vuelve atrás en el tiempo hasta justo tres días después de la invasión de los hunos. En otras palabras: el príncipe está atrapado en un bucle temporal que se reinicia cada vez que muere.

La premisa es interesante, pero lo que más me ha sorprendido de The Rogue Prince of Persia es la forma en que se ha enfocado la historia. Porque sí, al contrario que en Dead Cells, donde se contaba a través de pequeñas pinceladas, aquí tenemos un hilo narrativo que nos permite seguir la historia.

Al jugar y explorar los niveles, podemos toparnos con pistas o personajes que van desvelando lo sucedido en la ciudad y la forma de derrotar a los hunos. Por ejemplo, puede que nos topemos con unos planos que hablan sobre la biblioteca, lo que sirve para desbloquear un nuevo nivel.

O puede que un personaje nos pida algo que se encuentra en una zona diferente, lo que nos invita a visitar esa zona para encontrarlo en la siguiente partida. Para llevar cuenta de todo lo sucedido, The Rogue Prince of Persia incluye el llamado "mapa mental", donde podemos consultar todos los personajes y pistas recogidas hasta el momento.

Me gusta mucho este enfoque porque es lo que más me ha motivado a seguir jugando, a siempre querer echar otra partida, que es una de las grandes claves de los roguelite. Al tratarse de un acceso anticipado sólo he podido ver una pequeña porción de la historia, pero os aseguro que me he quedado con ganas de saber más.

The Rogue Prince of Persia

Entrando en materia jugable, he confirmado lo que ya pensé la primera vez que lo probé y es que The Rogue Prince of Persia es una absoluta delicia a los mandos. Es un control un tanto particular, porque utiliza muy pocos botones para realizar todo tipo de piruetas, pero una vez nos acostumbramos podemos alcanzar cualquier punto a base de saltos y carreras por las paredes.

El plataformeo está muy presente en todo momento, e incluso hay algunas secciones opcionales que nos invitan a demostrar nuestra habilidad con los saltos... y evitando pinchos, por supuesto.

Y exactamente lo mismo se puede decir del combate: tenemos un botón para atacar con el arma equipada, otra para el arma especial y otra para pegar patadas. Es sencillo, pero muy solvente, pues el combate gira en torno a aprovechar la agilidad del príncipe, los escenarios o incluso a los propios enemigos

The Rogue Prince of Persia

Esto le confiere un cierto toque estratégico; hay que leer bien las situaciones, conocer bien los distintos tipos de enemigos, saber cuándo debemos saltar por encima de ellos, tener en cuenta a aquellos que están protegidos por escudo, buscar el punto para realizar un pisotón desde un lugar elevado, localizar las paredes que nos pueden servir para estamparlos con una patada, etc.

Y aunque en el acceso anticipado hay sólo dos, me han gustado mucho los jefes de The Rogue Prince of Persia. Son jefes muy bien diseñados, que nos obligan a memorizar sus patrones de ataque, requieren buenos reflejos y que saquemos partido de todas las habilidades del príncipe (saltos, carreras por la pared, patadas...). 

Como pasa en Dead Cells, cada nivel (o bioma) presenta unas características muy particulares que hacen que, pese a que su diseño se genera de forma procedimental en cada partida, siempre sean reconocibles. Quizás no tengan tanta personalidad como en Dead Cells, pero desde luego no he tenido la sensación de que todos sean iguales.

The Rogue Prince of Persia

El progreso dentro de una partida es prácticamente igual que en Dead Cells: hay un inicio y un final, pero para llegar podemos atravesar diferentes niveles. Ahora mismo tampoco hay mucho donde elegir, pero -por si no lo había dicho ya- esto es un acceso anticipado, así que no hay de qué preocuparse.

En cuanto a las variables jugables (o dicho de un modo que nos entendamos todos: las builds), The Rogue Prince of Persia introduce un sistema de amuletos. Cada amuleto proporciona diferentes efectos, como una explosión de veneno al darle una patada a un enemigo, llenar el suelo de llamas cuando realizamos un pisotón, lanzar dagas cuando saltamos por encima de un enemigo, etc.

Disponemos de cuatro espacios para insertar amuletos, la gracia está en que además de su efecto, cada amuleto puede mejorar los que se encuentran en posición adyacente. Esto hace que el sistema se convierta en una especie de puzle, pues debemos pararnos a pensar dónde colocar cada amuleto para aprovechar sus efectos al máximo.

The Rogue Prince of Persia

Desde luego es un sistema interesante y original, pero a la hora de la verdad, es decir, lo diferentes que pueden llegar a ser las builds, creo que se queda un poco corto. Uno de los problemas es que combinar efectos para causar más daño, como mezclar resina y fuego, se antoja bastante complicado. 

Y otro problema es que las armas, tanto las cuerpo a cuerpo como las especiales, no tienen ningún tipo de afijo más allá del nivel que determina el daño que hacen. Creo que si las armas contasen también con efectos como los de los amuletos, se podrían conseguir sinergias con mayor facilidad, lo que daría mucho más juego. 

Y hablando de esto, el desbloqueo de armas y amuletos es prácticamente igual que en Dead Cells: una vez desbloqueamos algo gastando la divisa especial, ese objeto pasa a entrar en la "piscina" de posibilidades que pueden aparecer de manera aleatoria durante una partida.

The Rogue Prince of Persia

En cuanto a la duración, me ha llevado unas seis horas alcanzar el punto en el que The Rogue Prince of Persia avisa de que esto es sólo un acceso anticipado. Lógicamente esto depende de la habilidad de cada uno a los mandos, pero incluso al llegar a ese punto es posible seguir jugando para desbloquear más armas y amuletos. Así que no está nada mal.

Y en último lugar hay que hablar de la parcela audiovisual. Y una cosa os voy a decir: yo entiendo que de primeras su estilo artístico pueda generar cierto rechazo, pero cuanto más jugaba, más bonito me parecía. Los escenarios son preciosos y las animaciones del príncipe son las culpables de que la jugabilidad sea tan satisfactoria, porque hacen gala de una fluidez espectacular.

Y ojo porque quizás lo que más me ha impresionado de The Rogue Prince of Persia es su banda sonora, que combina ritmos persas con sonidos de géneros modernos como el trap. Y sin ser yo un gran seguidor de ninguno de estos estilos, he acabado tarareando las canciones de todos los niveles. Son buenísimas. 

The Rogue Prince of Persia

Destacar también la melodía que se escucha en el menú, y que sirve como tema principal de The Rogue Prince of Persia. Un temazo que estoy deseando que cuelguen ya en alguna plataforma musical para poder escucharlo sin parar.

Es curioso, porque más que un acceso anticipado, he tenido la impresión de haber jugado las primeras horas de The Rogue Prince of Persia. Con esto lo que quiero decir es que no he notado que fuese un juego a medio hacer ni nada por el estilo. Más bien es un aperitivo.

Lógicamente le falta mucho contenido, pero la base jugable que hay ya aquí es tremenda. Si pulen los aspectos que no terminan de convencer y si sigue la misma trayectoria que ha seguido Dead Cells, estoy convencido de que aquí tenemos un nuevo hit de los roguelite. O, al menos, un nuevo pozo de horas en el que yo voy a caer de cabeza.

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