Últimamente, las aventuras de estudios pequeñitos suelen tener una apuesta segura en aventuras tipo metroidvania, pero lo que no es tan común es que ese desarrollo se centre puramente en puzzles y exploración, dejando la acción a un lado. Esa es la apuesta de Exographer, lo nuevo de Abylight y SciFun Games para PlayStation, Xbox, Switch y PC.

Nosotros controlamos a INI, un explorador perdido en un planeta desconocido, que parece albergar enormes restos de una civilización perdida. Nuestro objetivo es explorar el planeta y valernos de nuestros numerosos inventos (desde la capacidad de atravesar ciertas paredes hasta trepar por algunas superficies) para superar los numerosos puzzles que nos aguardan.

Algunos de estos puzzles se basarán en observar a fondo el escenario (también tendremos buenos momentos de plataformeo) y otros serán más directos, cimentados en colocar las piezas exactas dentro de determinadas estructuras para conformar el "circuito" que se nos pida en cada caso.

Como suele ser habitual en estos títulos, la clave está en dar bien al coco, pero en general el juego quiere hacer mucho énfasis en lo asombroso de la ciencia. La civilización sobre la que indagaremos, los natitans, estará inspirada en científicos reales e incluso investigaremos entornos inspirados en laboratorios y observatorios que existen en la realidad.

Esto se debe a que el juego está inspirado en las instrucciones del físico y autor científico Raphael Granier de Cassagnac, especializado en física nuclear y de partículas.

En el lado artístico, se nos presentan unos ya habituales gráficos pixel-art, que en esencia no tienen nada de particular, pero que destacan cuando se muestran algunos efectos especiales o cuando la cámara se aleja durante la resolución de ciertos puzzles. La música, por cierto, es obra de Yann Van Der Cruissen, el compositor de Stray o de Cave Story.

El juego estará dividido en 20 niveles llenos de puzzles que, además, esconderán decenas de secretos, como imágenes ocultas o los pixules, una especie de elementos especiales inspirados en partículas reales. En total, habrá unas 15 horas de aventura esperándonos.

Nosotros aún no hemos podido probar el juego, pero sí hemos visto una pequeña sesión en la que se demostraba el funcionamiento de los puzzles (muchos de ellos se basan en tomar fotografías y en alinear las partes de un recorrido para activar, por ejemplo, ascensores) y en cómo estos se mezclan con el plataformero.

Por ejemplo, hay ocasiones en las que tendremos que desplazar plataformas al lugar justo con una especie de "invento magnético" para poder continuar con nuestros saltos y alcanzar la siguiente meta. Tomar fotos en los lugares adecuados nos ayudará a tener las pistas necesarias para desentrañar "passwords" de zonas clave.

Todo parece responder bastante a la lógica dentro de las normas internas del juego, pero hay que tener en cuenta que estamos en un planeta extraño, con normas y "grafías" de esa misteriosa civilización perdida que hemos de asimilar para avanzar con más fluidez...

Así, a falta de verlo más a fondo, Exographer tiene una pinta muy interesante, gracias a un desarrollo que parece pensado para el jugador que quiera degustar la exploración con calma. 

No nos toparemos con grandes sobresaltos pero sí con desafíos que pongan a prueba nuestra materia gris, a la par que, seguramente, aprendemos algo sobre ciencia. Eso siempre es un incentivo, por mucho que seamos de letras puras...