Análisis de Berserk Boy, un juego muy clásico con diversión "elemental"

En los años 80 y 90, los juegos de plataformeo y acción bien pulidos suponían el culmen de la jugabilidad consolera. Eran el modelo a seguir por los que, ahora, tienen edad de ser desarrolladores y quieren homenajear esa época dorada. Tal es el caso de Berserk Boy, el proyecto de una sola persona que, tras casi 5 años de desarrollo, llega a PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, Switch y PC.

Con este juego llega un homenaje a clasicazos como Mega Man o incluso la dinámica de poderes de Sonic Colors, algo que el creador del juego, Zu Ehtisham, no esconde. Preparaos para ganar poderes, saltar mucho y enfrentaros constantemente a la muerte con un colorido plataformas que os hará crear que estáis ante lo mejor del catálogo de Game Boy Advance.

El análisis de Berserk Boy en Hobby Consolas:

• La jugabilidad de Berserk Boy
• Dificultad de Berserk Boy
• Duración de Berserk Boy
• La opinión de Hobby Consolas de Berserk Boy
• Nota: lo mejor y lo peor de Berserk Boy

Jugabilidad y gameplay de Berserk Boy

El sistema de juego es muy clásico. Nosotros somos Kei, un chaval que apoya a la resistencia en la lucha contra la Energía Oscura y que, gracias al poder de unos misteriosos orbes, puede transformarse en un diferentes tipos de "superhéroe", cada uno de ellos asociado a un elemento: electricidad, fuego, tierra, hielo y aire.

El desarrollo de los niveles es, en esencia, el de un plataformas de acción al estilo Mega Man: saltamos, golpeamos y disparamos a los enemigos, mientras pasamos por plataformas móviles, barrancos mortales y trampas pinchudas de todo tipo, hasta llegar a algún jefe final o a la meta que supone la salida de cada fase.

Cada fase tiene 4 tramos y, al alcanzarlos, podemos viajar automáticamente a cualquiera de esos puntos para buscar objetos que nos falten o mejorar nuestra marca.

La principal diferencia con otros juegos es que, cuando queramos, podemos transformarnos en la variante de "Berserk Boy" que más nos convenga. Por defecto, tenemos el traje "de paisano", que tiene un par de ataques para salir del paso y enseguida conseguimos el traje eléctrico, que es el más útil.

Con él, podemos lanzarnos en barrena en alguna dirección o lanzar una descarga eléctrica que no solo hace pupa a los enemigos, sino que también puede anular algunos interruptores.

Cada traje tiene sus utlidades únicas: el de fuego, por ejemplo, nos permite escondernos bajo tierra unos segundos, mientras que el de aire nos permite volar.

La pega está en que todas estas habilidades consumen energía, que se recarga sola si no hacemos nada o si recogemos unos mini orbes azules que hay por el escenario. Así, hemos de dosificar el uso de los poderes para sacarles partido solo cuando convenga. Además, a medida que avanzamos puede que tengamos que variar de "traje" muy rápido, para encadenar poderes muy diferentes.

Esto se ejecuta con apenas un par de pulsaciones (un botón para elegir la ruleta de poderes y otro para ejecutar el movimiento que sea), por lo que el papel todo es muy fluido. 

El problema es que, algunos movimientos tienen una dinámica simple, pero específica (pulsar arriba para quedarnos colgados, pulsar un botón y una dirección para lanzarnos hacia donde toque...) y eso puede provocar que nos "cortocircuitemos" en momentos en los que un fallo nos puede llevar a una muerte y, por tanto, volver a un checkpoint lejano.

Por eso, es importante practicar bastante todos los movimientos a nuestra disposición y, sobre todo, estar muy concentrados en lo que tenemos en pantalla, pues puede que necesitemos un tiempo ínfimo de reacción para no acabar despeñados por algún barranco.

¿Es difícil Berserk Boy?

Como heredero de los Mega Man y similares, era de esperar que Berserk Boy fuera un juego con cierta complicación y, en ese sentido, no defrauda. Aunque los primeros niveles son bastante asequibles, a medida que adquirimos nuevos poderes, los desafíos suben bastante en intensidad.

Quizá ese es uno de los problemas del juego. Al basarse en checkpoints, algunos tramos resultan complicados, pero justos, mientras que otros pueden llevarnos a una muerte casi segura (hay momentos que casi son ensayo y error) y nos pueden forzar a repetir segmentos bastante largos que ya habíamos superado.

No es que en ningún momento se vuelva imposible, pero es verdad que a veces puede frustrar un poco ese ritmo intenso de cambio de poder al vuelo (literalmente), uso de un poder muy concreto y, si fallas un pelín, a repetir un buen tramo. 

En cualquier caso, el juego nos da la opción de usar un desarrollo clásico (basado en vidas limitadas) o uno más moderno, con reintentos infinitos desde los checkpoints. Se agradece.

¿Cuántas horas dura Berserk Boy?

Los 15 niveles de los que consta la aventura no son especialmente largos, pues en total se pueden superar en unas 3 horas o incluso menos. Pero claro, ahí entra en juego la dificultad que comentábamos antes, la cual puede hacer que esa duración suba bastante.

Además, para cada nivel se puede desbloquear su versión EX, más compleja, y hay desafíos secundarios en cada uno, como conseguir las medallas o encontrar a todos los miembros de la resistencia.

Por último, con el "dinero" ganado podemos adquirir nuevos movimientos y mejoras desde el cuartel general y, para rematar, adquirir nuevos poderes puede servir para revisitar niveles ya superados y hallar algunas rutas nuevas. El autor del juego insiste en que el juego no es un meotridvania, en el sentido de que no hace falta revisitar una y otra vez, pero algún secretillo hay...

Nostalgia y agilidad

Desde el comienzo de la aventura, queda claro el cariño que hay detrás tanto del proyecto en sí, como hacia una época en la que la acción pixelada era la reina. En lo jugable, Berserk Boy es un juego exigente, pero que recompensa al jugador habilidoso y, sobre todo, rápido de reflejos.

El control de los saltos y de los ataques funciona bien, es cómodo, pero falla un pelín el diseño de niveles, en el sentido de que tiene picos y valles de dificultad sin una progresión.

En cualquier caso, es muy divertido encadenar ataques o ir descubriendo los diferentes poderes, sobre todo cuando nos toca enfrentarnos a unos jefes finales que son puro Mega Man. Hasta tenemos algunos tramos especiales con un estilo más propio de un shooter.

A nivel estético, aunque no llega al nivel de maravillas recientes del género como Wonder Boy the Dragon's Trap, sorprende el colorido, la fluidez de las animaciones y lo "vivos" que parecen los personajes.

Todo, dentro de una estética general con toquecitos anime y, en general, muy heredera del estilo japonés que vimos en el cénit de Super Nintendo o Mega Drive (Pulse Man es otro de los juegos que han inspirado al creador) y ya más a fondo en Game Boy Advance.

El sonido incluye algunas voces en inglés y melodías muy adecuadas, aunque no resultan memorables en ningún caso, salvo por un par de excepciones, donde se nota la mano de Tee Lopes, compositor en Sonic Mania. 

Los textos se pueden poner en español de latinoamérica y, aunque os toparéis con alguna expresión chocante para el castellano (como "luego de"), en general cumple bien y tampoco hace falta mucho más.

En conjunto, Berserk Boy es un juego muy, muy meritorio para haber sido creado en su gran mayoría por una sola persona y, como juego en general, cumple perfectamente su función de traernos acción pixelada y nostálgica con algún toque moderno. Y, además, os puede dar ideas de peinados locos, para cuando os paséis con la gomina Giorgi...