Análisis de F1 23, el nuevo mundo de la F1 donde caben Antonio Lobato, el regreso de Braking Point y una innecesaria moneda premium

El 16 de junio se pone a la venta F1 23, el nuevo simulador de Fórmula 1 de Codemasters que llega a PS5, PS4, PC (jugable en ASUS ROG ALLY y Steam Deck), Xbox Series X|S y Xbox One, una nueva edición que ha tardado algo menos de un año en llegar a las tiendas tras el lanzamiento de F1 22 a finales de junio del año pasado.

Pero, al igual que el año pasado, con la edición Champions (que da acceso a dos versiones de consola en cada plataforma junto y diverso contenido digital) consigues acceso anticipado para competir desde hoy mismo, si pagas los 100 euros que cuesta. Una práctica cada vez más frecuente, pero que siempre me resulta igual de injusta.

Tras los cambios de reglas del año pasado y una entrega bastante continuista con importantes ausencias, en el aire estaban las dudas con la edición de 2023. Buena parte se disiparon con nuestro primer contacto con la edición de este año, y más aún tras haber jugado para este análisis de F1 23.

No solo porque vuelven modos como Braking Point 2, que continúa las andanzas del piloto ficticio Aiden Jackson, ya convertido en una estrella en un nuevo equipo, al más puro estilo de una serie de Netflix, sino porque otros modos también se han remozado para ofrecer lo mejor de sí mismos.

Y la cosa no se queda ahí; otro de los aspectos más criticados de anteriores años, los comentaristas, han dejado su hueco a dos leyendas de la televisión española, como son Antonio Lobato y Pedro de la Rosa. 

Con este punto de partida, nos metemos de lleno en la pista para traeros nuestro análisis de F1 para PS5, PS4, PC, Xbox Series X|S y Xbox One, en el que vamos a tocar los siguientes puntos.

• La jugabilidad de F1 23, partiendo de una parrilla conocida
• Las novedades de F1 23
• Así es F1 World, el mundo de la F1 en un único sitio
• Los micropagos de F1 23 se hacen con Pitcoin, y no, no es broma 
• Un apartado audiovisual con luces y sombras
• Precio de F1 23 y dónde puedo jugarlo
• La opinión de HobbyConsolas de F1 23
• Nota: lo mejor y lo peor de F1 23

F1 23, partiendo de una parrilla con muchas caras conocidas

Como decimos casi todos los años, y yendo directamente al grano, desde el puntode vista jugable, F1 23 no se diferencia demasiado de sus predecesores. Claro que tiene mejorías y novedades en muchas áreas, pero la sensación que queda al final es familiar.

No es nada raro: al fin y al cabo, la capacidad para saltarse las normas de una competición real con licencia es bastante sucinta por no decir nula, y EA ha mejorado e innovado por donde ha podido.

F1 23 cuenta con la licencia de la actual temporada de la Fórmula 1. Dicho de otro modo, está todo lo que ofrece la competición real, desde las diez escuderías (Aston Martin, Ferrari...) a los veinte pilotos (Fermando Alonso, Carlos Sainz...) y los veintidós circuitos, entre ellos las grandes novedades, Las Vegas y Catar.

También vuelve la F2, y como en la edición del año pasado, lo hace con las escuderías y equipos desactualizados, es decir, con los datos de 2022, a la espera de una actualización que los ponga al día en algún momento. Su inclusión, de nuevo, es anecdótica, de no ser por el modo Carrera Profesional, donde podemos empezar desde abajo e ir ascendiendo en el escalafón.

En lo que se refiere a la competición pura y dura, F1 23 incluye absolutamente todo lo que se puede esperar de un gran premio: la distribución de las sesiones, la obligatoriedad de cambiar de neumáticos en las carreras, el uso del DRS para adelantar… por así decirlo, está todo, aunque la gran mayoría estaba ya incluido en la anterior edición. En cuanto a reglas, poco nuevo hay.

También repiten del año pasado las clasificaciones sprint o carreras cortas sin cambios de ruedas ni gestión de combustible que, en algunos grandes premios, determinan el orden de la parrilla de salida, además de conceder algunos puntos adicionales. Es otro elemento que aumenta la fidelidad con la competición real.

También está la estrategia de carrera, que podemos controlar con la cruceta, y tomar decisiones al vuelo para redirigir una carrera si así lo requiere.

Lo mismo es aplicable casi a los infinitos ajustes para acomodar la experiencia a nuestra habilidad y paladar. Ahora hay tres perfiles o preajustes según el nivel de exigencia que busquemos (con los extremos, Casual y Especialista, para quienes busquen una simulación reducida para disfrutar de las carreras sin más o por el contrario, la más exigente, además de un nivel Estándar o intermedio).

Es decir, podemos hacer que la IA de los pilotos sea más o menos permisiva, además de contar con el ya clásico rebobinado, por si metemos la pata en algún momento y queremos rectificar. 

En algunas situaciones, su uso puede estar limitado, o directamente desactivado. Como podéis ver no estamos ante un simulador puro y duro, sino ante un juego con algo para todos los niveles de exigencia.

Todo esto hace que la experiencia en gran medida sea familiar a la hora de jugar, aunque hay novedades en F1 23, especialmente en el control y manejo de los monoplazas.

El control ha mejorado gracias a una doble novedad. Por un lado, los consejos de los equipos reales de F1 han impactado directamente en la aerodinámica y la física, así como en el agarre y tracción del vehículo, lo que se traduce en un control más realista y predecible, tanto con mando como con volante.

La otra pata de esta novedad es el llamado Precision Drive, una nueva tecnología que permite una mayor precisión y control de los vehículos al jugar con mando. ¿Se nota una barbaridad? Pues lo cierto es que tampoco te vas a llevar las manos a la cabeza. El control ya nos parecía bueno en anteriores ediciones, y aquí, con algunos matices nuevos, sigue esa tendencia. 

Pero entonces ¿F1 23 no tiene novedades de peso?

Sí, claro que las tiene, y además en muchos frentes, aunque quizá la mayoría de las novedades no están en el gameplay en sí, sino en el contenido de juego, opciones y modos que ofrece.

Si empezamos por el contenido, como producto con licencia oficial que es, F1 23 incluye los nuevos circuitos de Las Vegas y Catar y como extra, los trazados actualizados del Circuit de Barcelona-Catalunya y el Red Bull Ring de Austria, junto a otros cambios menores en más pistas, como Miami, que ahora tiene más detalle en los alrededores.

Otras novedades se han incluido con una clara intención: que F1 23 sea lo más realista posible y fiel a la competición real. Así, se ha vuelto a introducir una función que no se veía desde F1 2014, como  las llamadas Red Flags o banderas rojas.

El jugador puede optar por desactivarlas o ajustarlas con tres niveles de intensidad. De este modo, si hay un cambio climático muy severo o un accidente grave, la carrera se paraliza y todos los pilotos deben dirigirse a boxes, una oportunidad para cambiar la estrategia... o no. Al fin y al cabo se trata de dar opciones al jugador para que recree la competición con el mayor número de variables.

A la zaga le sigue otra nueva opción que nos permite correr solo un 35% de la distancia de los Grand Prix, para que las carreras no se hagan tan largas (o cortas), sin que por ello afecte a las estrategias de neumáticos, por ejemplo, sin tener que invertir demasiado tiempo.

Si nos metemos en los modos de juego, uno de los lunares de F1 22, encontramos más o menos las mismas opciones, pero con cambios aquí y allá, además de Braking Point 2, la segunda "temporada" del modo historia con secuencias de vídeo al estilo serie de Netflix.

Si empezamos por este modo, Braking Point 2 nos cuenta lo sucedido con Aiden Jackson y su compañero de equipo y antes rival, Devon Butler, trama a la que se suman otros personajes conocidos de la primera temporada y otros nuevos, que no procede destripar aquí.

Vuelve a ser un modo interesante, en el que cada carrera tiene un objetivo a cumplir (quedar en una determinada posición, terminar la carrera, adelantar a X...), además de poder tomar decisiones tanto como piloto como el director de equipo, ya sea para contestar a la prensa acabando con rumores o poniendo en su sitio a Devon con sus salidas de tono.

Estas decisiones afectan más a la reputación (o cómo ven al equipo los fans y medios) y el rendimiento (los resultados en la pista), que son los dos niveles que irán subiendo a medida que avanzamos y tomamos decisiones, más que al resultado final de este modo.

Rotamos entre tres pilotos a lo largo de 17 capítulos, y aunque es un buen añadido que nunca está de más (y que el año pasado se echó en falta), sigue siendo una experiencia muy lineal y con mejoras en la parte narrativa. Aunque como decimos, entreteniene y tiene destellos de calidad.

Al igual que en el modo Carrera, en Braking Point 2, aparte de competir, también disponemos de otras opciones, como un escritorio desde el que ver la actualidad de los medios, el correo o incluso atender en el móvil llamadas de compañeros.

En líneas generales es un modo entretenido, aunque algunas cosas no nos terminan de convencer. como el doblaje, que tampoco ayuda a terminar de meterse en la historia. Repite Luis Navarro (Cal Kestis en Star Wars Jedi: Survivor) para dar vida a Aiden Jackson, que sin hacerlo mal, no termina de convencer. 

Aparte, se pierden matices, como la voz del director de equipo Andrea, que en versión original se nota que el inglés no es su idioma natal. Con nuestro doblaje, el hombre parece soriano. O de Logroño.

Un último detalle: tanto en este modo, como en el resto, vuelve a estar presente el llamado "Podium Pass", o puntos de experiencia con los que vamos subiendo de nivel al ganar carreras, y que tiene la misma función que el año pasado. 

Así pues, regrelsan los objetos cosméticos incluidos en un pase de batalla al más puro estilo Fortnite. Pero de eso hablaremos un poco más adelante... porque tiene diversas implicaciones.

Así es F1 World, el mundo de la F1 en un único sitio

Aparte de este modo Braking Point 2, también regresa el modo Carrera profesional, otro modo clásico en la serie, donde podemos optar por empezar desde bajo del todo, como un piloto novel, un nivel intermedio, o estar directamente en la élite. Y además, podemos disfrutarlo en cooperativo.

Indistintamente de la variante que elijas, podrás disputar el campeonato como piloto o como piloto y dueño de una escudería, gestionando además el presupuesto, tomando decisiones en los departamentos de I+D para evolucionar el coche, decidiendo en qué invertimos el tiempo (entrenar, patrocinio, prensa....), elegir esponsors o la contratación de compañeros.

Sigue ofreciendo más o menos las mismas opciones, como las entrevistas en las que nuestras respuestas irán marcando la evolución del equipo y vehículo en algunos apartados (aerodinámica...), aunque hay detalles que desprenden un poco de apatía...

Algunos menús de gestión son muy parecidos a los del año pasado, las secuencias de vídeo con personajes humanos parecen demasiado robóticas y con personajes inexpresivos que parecen más propios de la anterior generación. Y eso que hemos jugado en PS5 para ese análisis.

Aun con todo, es un modo con muchas opciones, que puede abrumar en la parte de gestión por las numerosas variables a manejar, pero que flojea fuera de esa parcela, por ejemplo para desarrollar una narrativa alrededor de lo que sucede dentro del equipo. Pero aún con todo, es un modo duradero, y con muchas opciones.

Luego nos queda F1 World, que es una suerte de "cajón de sastre" donde se han aglutinado el resto de opciones, modos y competiciones, con algunas premisas nuevas. Para empezar, creamos un piloto de cero para este modo, lo bautizamos, decoramos nuestro monoplaza, la estancia o menú princiopal...  y ale, a competir.

Al principio casi todas las opciones están bloqueadas y sólo podemos acceder a las series, eventos sueltos en distintos circuitos del campeonato y con distintas condiciones (como un número reducido de vueltas). Ganar las carreras implica conseguir diversas recompensas, empezando por piezas que mejoran el rendimiento de nuestro bólido.

Estas piezas pueden ser para el motor, los frenos... y como en muchos Free 2 Play tienen distinto grado de rareza. A más raros, mejores serán y más efectos causarán en nuestro bólido (mayor incremento de potencia, habilidades extra como consumir menos gasolina tras una vuelta limpia...).

Aparte de estas piezas, también podemos conseguir contratos (por ejemplo de un patrocinador), los llamados hallazgos (o información para investigar o desarrollar una pieza), información de reglaje o incluso personal técnico que trabajará en nuestro equipo por tiempo limitado. Y por supuesto, que no falte el vil metal, necesario para llevar a cabo, por ejemplo, las investigaciones.

El objetivo de F1 World no es subir de nivel como piloto, sino aumentar el nivel técnico de nuestro equipo, lo que nos dará acceso a mejores competiciones. 

También hay licencias, que permiten acceder a eventos de mayor exigencia y con mejores recompensas y, si son online, para medirnos a jugadores de nivel similar, aunque podemos optar por jugar a las de menor nivel si no queremos esos niveles de estrés y competición.  

Aparte de esas series, también hay eventos individuales y multijugador que irán rotando cada cierto tiempo (algunos a diario, otros semanales, otros con la temporada...), entre las que no faltan las infames carreras Pirelli que debutaron en F1 22.

En estos eventos seguimos dando un par de vueltas al circuito contrarreloj pilotando un superdeportivo (que siguen teniendo un manejo bastante mejorable), que sigue pareciendo más un tanque incapaz de girar como debe.

F1 World también acoge eventos multijugador online de diversa índole, desde carreras "desenfadadas" (o libres) a otras rankeadas con clasificación para competir contra otros jugadores.

También se aglutinan aquí los llamados objetivos (conseguimos recompensas por alcanzar determinados hitos, como correr X kilómetros en circuitos europeos), desde los que, además, podemos acceder a los llamados comerciantes de F1 23.

Se trata de 6 departamentos (dirección de desarrollo, jefatura de eventos...) que nos propondrán desafíos adicionales, aunque para poder activarlos tendremos que invertir parte del dinero ganado. Pueden ser objetivos como ganar X partidas online en Canadá, completar X paradas en boxes, conducir 50 millas en un territorio... 

Tampoco faltan en F1 World los Grand Prix sueltos, que podemos correr tanto con nuestro coche tuneado de F1 World, como con los coches oficiales de la competición o los de F2 del año 2022.

Si corremos uno de estos eventos con nuestro coche de F1 World, como en otros eventos, los pilotos que veremos en el asfalto serán nombres de nuestra lista de amigos, provocando algunas carcajadas y momentos surrealistas, incluida la parrilla de salida. Si, por ejemplo, en un Grand Prix cogemos un coche oficial, competiremos contra los pilotos reales.

Cierran las opciones de F1 World los modos Grand Prix Multijugador y Contrarreloj, así como F1 Sim Racing, un modo que durante nuestras pruebas no ha estado operativo.

Por último, fuera de F1 World tampoco faltan las carreras multijugador local a pantalla partida ni las partidas de liga a través de Racenet (con torneos y competiciones en los que puedes medirte a pilotos de tu nivel). Como podéis ver, más o menos están las opciones de siempre.

Los micropagos de F1 23 se hacen con Pitcoin, y no, no es broma  

Junto a todas estas opciones, tampoco falta una tienda, donde puedes comprar objetos de todo tipo, desde prendas de ropa casual para tu piloto, como pantalones, gorras, gafas o zapatillas, pasando por piezas para modificar nuestro uniforme, ya sean monos, cascos o guantes.

Por supuesto, tampoco faltan pegatinas para personalizar el habitáculo del monoplaza, diseños para nuestro bólido o incluso gritos que soltaremos cuando ganemos una carrera o entradas especiales cuando subamos al podio. O incluso potenciadores de XP para ganar más experiencia.

El problema es que estos objetos no se compran con el dinero que ganamos corriendo, sino con una moneda premium que, agárrate los machos, en un alarde de simpatía se llama Pitcoin.

Pues bien este Pitcoin sólo se puede comprar con dinero del mundo real en la tienda digital donde juegues, y como siempre, las equivalencias provocan de todo menos risa. Podéis ver cuánto cuestan los paquetes de Pitcoins en F1 23. Además, la edición Champions del juego incluye 18000 Pitcoins.

El paquete básico, 2000 Pitcoins cuesta 1,99 euros; 5000 Pitcoins, 4,19 euros; 11000 Pitcoins, 8,19 euros y 50000 Pitcoins, 34,99 euros. ¿Y cuánto cuestan las cosas? Pues por ejemplo, un gesto para que nuestro piloto parezca un zombi, cuesta 2200 Pitcoins.

Algunos ítems están "de oferta" y pueden costar 1750 Pitcoins (como un kit para personalizar el aspecto del monoplaza), mientras que unas zapatillas pueden costar 3600 Pitcoins (algo menos de 4 euros en el mundo real).

A título personal, me parece un completo despropósito. Estamos hablando de un juego que cuesta 70 euros o más, según la edición, y todo el contenido debería poder conseguirse dentro del juego.

Pero aún hay más. ¿Recordáis el pase de batalla? Pues bien, aparte del básico, donde hay algunas piezas, contratos y similares,, existe otro "Premium" que es donde están las recompensas más golosas (cascos, diseños para el monoplaza...). Hacerte con él cuesta 9000 Pitcoins (algo menos de 8 euros). Menuda broma, ¿eh?

Es sin ningún tipo de duda el aspecto más cuestionable y criticable de F1 23: estamos hablando de un juego que incorpora las mecánicas de pago de un juego Free 2 Play... pero con una pequeña diferencia y es que ya hemos pasado por caja. Es algo parecido a lo que hizo LEGO 2K Drive y me parece una práctica lamentable.

Un apartado audiovisual con luces y sombras

Si en modos de juego supone un pequeño paso adelante respecto a la edición anterior, en la parcela técnica F1 23 reparte por igual las paladas de cal y arena. En todo lo relativo a la presentación de los eventos, la recreación de los bólidos y pilotos, F1 23 sigue la línea del año pasado, y es un juego cumplidor, que además transmite buena sensación de velocidad al volante.

Pero al mismo tiempo tiene detalles bastante cutrones que, o son por falta de ganas, o de tiempo o porque sigue siendo un juego intergeneracional. ¿Por ejemplo? En detalles como las celebraciones, el champán es champán que sabes que lo es y le echas imaginación.

O vuelvo a mencionar los personajes que parecen propios de PS3 en el modo Carrera, con gestos faciales y animaciones que parecen propios de una o dos generaciones anteriores. Me viene a la cabeza The Elder Scrolls Oblivion... y con eso lo digo todo.

EA afirma que ha mejorado el sistema de color e iluminación, pero lo cierto es que las mejoras son más evidentes jugando en PC con una RTX 4080 (que fue la versión que probé en el avance) que en PS5. Los reflejos de los vehículos en PS5 son también algo inconsistentes comparados con los de PC. Y PS5 tampoco tiene compatibilidad PS VR2, mientras que en PC si hay modo VR.

En la parcela sonora encontramos una buena recreación ambiental (aunque hay detalles cutrecillos, como los bruscos cortes en las celebraciones) y una amplísima selección musical para amenizar los menús. La selección es bastante buena y como siempre, si algo no te gusta, puedes quitarlo de la lista de reproducción.

El doblaje, por su parte, es superior al de los anteriores comentaristas. El trabajo de Lobato y de La Rosa deja unas mejores sensaciones... aunque en algunas líneas se siente algo forzado.

No osbtante, se siguen echando en falta comentarios dinámicos durante las carreras, o al menos dar esa opción para los que quieran jugar desde un punto de vista "menos simulador", o directamente no usen las comunicaciones con el equipo.

Es algo que FIFA 23 hace rematadamente bien, y que en EA Sports F1 sigue faltando para lograr trasmitir esa sensación de retransmisión deportiva. Que solo haya narración al principio y final de las carreras, puede dejar en algunos jugadores la sensación de que falta "algo".

Por último, F1 23 en PS5 y Xbox Series X|S tienen modo calidad y rendimiento. Hemos jugado la mayor parte del tiempo en este último, para disfrutar de los 60 fps y aunque por regla general suele ir bien salvo por algún tironcillo, el estudio afirma que trabaja en un parche para mejorar aún más el rendimiento.

¿Dónde puedo jugar F1 23? Ediciones y plataformas

F1 23 está disponible en PS4, PS5, PC, Xbox Series X|S y Xbox One. Salvo PC, donde está solo en formato digital, en el resto de plataformas es posible encontrarlo tanto en físico como en digital.

La edición estándar de F1 23 cuesta 79,99 euros en todas las plataformas, y es la única disponible en formato físico para PS5, PS4 y Xbox (la misma edición para One y Series X), además de en versión digital. En PC, la edición estándar cuesta 69,99 euros.

Luego está la edición digital F1 23 Champions Edition, que en el caso de consola, incluye las versiones del juego para la misma plataforma (PS4 y PS5 o Xbox One y Series X|S), además de acceso anticipado, 8 pilotos icono para el modo Carrera o 18000 Pitcoins por 99,99 euros. En PCestá en oferta, y se puede conseguir por 80,99 euros en este momento.

La opinión de HobbyConsolas de F1 23

Desde un punto de vista objetivo, por cantidad de opciones, modos y novedades como los nuevos comentaristas, F1 23 es un producto más redondo que en años anteriores. Eso es indiscutible.

Pero al mismo tiempo, como producto anual que es, se nota cierta inercia que se repite sistemáticamente, con modos muy parecidos, y pequeñas mejoras incrementales respecto a años anteriores. Es especialmente evidente en el modo Carrera, donde sigue habiendo detalles técnicos intergeneracionales, menus demasiado familiares... Es un poco "dejá vú".

Lo mismo sucede con detalles de otra índole, como las carreras con deportivos. Es incomprensible que EA no haya metido mano a este aspecto, porque siguen siendo carreras infumables. Un guiño que podía ser atractivo y ameno, sigue transmitiendo unas sensaciones nefastas. 

Aun con estos aspectos mejorables, lo que es innegable es que F1 23 tiene contenido para no aburrir durante mucho tiempo. El regreso de Braking Point soluciona uno de los lunares del año pasado. Y ya solo el modo F1 World y su rotación de contenido prometen ser un pozo de horas para los fans de este deporte. Y es solo eso, uno de los modos.

No obstante, me resulta imposible no terminar sin volver a mencionar la "gracia" de los micropagos, aunque sea para objetos cosméticos. Desde el desafortunado nombre de Pitcoin a la simple idea de introducir estos pagos adicionales en un juego de 80 euros (y que podrían haberse desbloqueado con el propio dinero "ingame" del juego) me parece una mala decisión.

Porque después de haber pasado un gran rato al volante, resulta imposible no bajarse del monoplaza con cierto regusto agridulce en la boca en un juego que por contenido y opciones, no necesitaba recurrir a este tipo de prácticas.