Análisis de Gylt, una notable aventura de terror que se "rescata" desde Stadia

Hubo un momento fugaz en el que pareció que Google Stadia iba a comerse el mundo con su propuesta de juego por streaming. Aunque acabó fracasando, ofreció buenas ideas y algunos juegos exclusivos interesantes. Seguramente, el mejor fue la aventura Gylt, creada por los españoles de Tequila Works. Cuatro años después, el juego resucita en PS4, PS5, One, Series X|S y PC.

Es una alegría que este juego puede ser accesible ahora para la mayoría del público, porque tanto en lo jugable como en su mensaje supone una experiencia que merece la pena probar. Viajemos de nuevo con Sally a un entorno donde habitan sus mayores miedos: el instituto.

El análisis de Gylt para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S y PC en Hobby Consolas:

• El gameplay de Gylt
• Nivel de dificultad de Gylt
• ¿Cuántas horas dura Gylt?
• ¿Cuánto cuesta Gylt y dónde puedes jugarlo?
• La opinión de Hobby Consolas de Gylt
• Nota: lo mejor y lo peor de Gylt

Jugabilidad y gameplay de Gylt

El sistema de juego de esta aventura os sonará de muchos juegos similares, pero es cierto que aquí todo está muy bien concentrado y medido. Controlando en tercera persona a la niña Sally, hemos de explorar diferentes entornos, como un instituto o un salón recreativo abandonado, para encontrar pistas que nos ayuden a rescatar a su prima desaparecida.

A grandes, rasgos, nos encontramos ante una aventura de terror, pero cuyo catalizador es un elemento muy real: el bullying entre niños y adolescentes, especialmente en el instituto. Por ello, la forma de avanzar de Sally se basa más en el sigilo, en pasar desapercibida mientras unos retorcidos monstruos patrullan lo que parecen ser "versiones alternativas" de entornos reales.

No contamos con armas, solo con una linterna que, más adelante, nos permitirá no solo iluminar las estancias, sino también concentrar su luz para atacar a los puntos débiles de los monstruos y hacerlos desaparecer, a cambio de sacrificar parte de las pilas. También podemos acercarnos por la espalda y lanzarles un fogonazo a bocajarro para eliminarlos de un plumazo.

Lógicamente, para no quedarnos sin energía hemos de encontrar pilas que la recarguen, aunque siempre podremos iluminar de forma "no hostil" sin gastar energía. Sally también tiene su medidor de salud, que podemos recargar usando los inhaladores que encontremos.

En cualquier caso, el foco principal del juego acaba siendo la exploración (tenemos un detallado mapa que se va actualizando con las zonas que visitamos) y la resolución de algunos puzzles, como buscar el origen de criaturas que bloquean el camino y eliminarlos o usar la luz para mover algunas plataformas.

En ciertos momentos clave, nos tocará enfrentarnos a monstruosos jefes finales, que proponen una dinámica a medio camino entre el combate "tradicional" y el puzzle.

Al margen de los objetivos obligatorios, hay muchas notas que podemos encontrar para entender mejor cómo hemos terminado en esta versión siniestra de la realidad y qué pasó con los habitantes del pueblo. También podemos encontrar unas piedras especiales que, una vez acercadas a estatuas de los habitantes, los "liberarán" y obtendremos trozos de un misterioso ticket de teleférico...

¿Es difícil Gylt?

Acostumbrados como estamos a aventuras más exigentes, resulta refrescante encontrarse con un juego como Gylt, que en algunos momentos supone cierto desafío, pero por lo general es muy, muy asequible para cualquier tipo de público.

No hay niveles de dificultad y los combates son bastante sencillos, incluso los de jefes finales, hasta el punto de que es bastante complicado que acabéis agotando vuestra energía y llegando a un game over. Y, en cualquier caso, hay autogardado en los puntos clave, así que nunca perderéis mucho progreso.

Donde sí hay algo más de complejidad es en la exploración, ya que a veces el camino principal pasará por buscar la forma de llegar a los conductos de ventilación o de construir puentes que faciliten el avance. De nuevo, nunca es tremendamente difícil y la propia Sally va dando pistas verbales sobre lo que habría que hacer.

Algunos de los puzzles pueden basarse en lanzar objetos (podemos conseguir latas que al lanzarse distraigan a los enemigos o activen interruptores) o en encontrar válvulas, algo que os sonará de otras aventuras de terror similares pero, como decimos, os resultarán bastante intuitivos a poco que tengáis algo de experiencia en el género.

Duración de Gylt

Los propios desarrolladores calculan que la aventura principal se puede superar en unas ocho horas, pero los elementos coleccionables pueden aumentar esa duración a unas diez u once horas, lo que hace que sea una duración "asumible" para los jugadores que no quieran embarcarse en desarrollos demasiado complejos.

Aunque nos podemos mover libremente por el mapeado y retroceder para explorar algo que nos hayamos dejado en el tintero, el avance es bastante lineal, lo que ayuda a que todo se desarrolle de forma fluida.

Precio y plataformas disponibles

Aquí encontramos una diferencia notoria entre ediciones. Por un lado, es posible comprar el juego en digital para todas las plataformas por 19,99 euros, lo que es un precio de lo más razonable.

Por otra parte, en septiembre y gracias a Tesura Games, llegará una edición física, solo a PS4 y PS5, en dos variantes: la estándar costará 34,99 euros, mientras que la edición coleccionista tendrá un precio de 69,99 euros y estará llena de extras físicos: caja especial, cuadernillo, pin, pegatinas, póster a doble cara y hasta una linterna, entre otras cosas.

Es una pena que no podamos disfrutar de estas ediciones físicas en las consolas Xbox también, pero parece que han querido asegurar el mercado mayoritario.

Un elegante ejercicio de visibilización

Para cuando lanzaron este juego en Stadia, los chicos de Tequila ya habían demostrado su valía de sobra, con juegazos como Rime o The Sexy Brutale. Aquí estuvieron a la altura de las expectativas con una aventura que, en realidad, es bastante conservadora en su planteamiento (es imposible no acordarse de Alan Wake), pero que en su narrativa consigue hacernos reflexionar.

Como ya hemos dicho, Gylt habla de cómo el acoso puede contaminar nuestras vidas y nublar nuestro juicio, pero también habla del arrepentimiento o de la pérdida de esperanza, todo ello con un discurso sencillo de entender pero que a la vez no resulta aleccionador: aquí vemos personas contando su historia y depende de nosotros sacar las conclusiones.

Como juego, es bastante formulaico, pero frente a otras aventuras en las que eso puede parecer un lastre, aquí ayuda a que queramos avanzar más y más, gracias a esa dificultad bien medida y a una narrativa que sabe dosificarse.

A nivel técnico, tampoco os sorprenderá mucho, pero a la vez, todo resulta sólido. Tiene ese aire de aventura indie, de estética que bebe de Henry Selick o de Guillermo del Toro (al cual los chicos de Tequila reconocen admirar), pero que a la vez conforma su propio mundo.

No hay grandes efectos de iluminación ni efectos especiales que os vuelvan locos, pero el apartado artístico, tanto en los personajes como en esos escenarios plagados de mensajes tóxicos y algo surrealistas, ayuda a que nos sumerjamos en un juego que no da miedo como tal, pero que sí nos hace partícipes del mal rollo que lo invade todo.

No hay modos gráficos en este caso, pero nosotros hemos podido jugarlo en PS5 y todo se mueve de forma fluida y constante a 60 frames por segundo.

En el apartado sonoro, las voces en castellano son meramente correctas, pero donde el juego brilla especialmente es en una banda sonora, compuesta por Cris Velasco (que ha participado en juegos como Mass Effect 3 o Resident Evil VII) que es una verdadera maravilla, con algunas melodías orquestales, tensas y cinematográficas que da gusto escuchar una y otra vez.

Concluimos este análisis de Gylt resaltando que es un juego que no puede competir en "potencia" o capacidad de espectáculo con los AAA más punteros y quizá es demasiado simple pero que es honesto como pocos y se muestra consciente de lo que nos quiere presentar. A veces, el miedo no está tanto en lo que se enfrenta a nosotros sino en lo que podemos descubrir por el camino...