Reparto estelar, intro cantada por Jagger y humor negro en una serie de espías - Crítica de Slow Horses

¡Menudo carrerón de estrenos lleva este año Apple TV+! A exitosos títulos como The Afterparty, Sospechosos, Separación, WeCrased o Pachinko añade ahora Slow Horses, la adaptación de una de las siete novelas de espionaje de Mick Herron por parte de Will Smith, guionista ganador de dos premios Emmy gracias a Veep (nada que ver con el actor del mismo nombre).

Marchamo de calidad en el libreto y también en el reparto, compuesto por Gary Oldman (supone su debut como personaje regular en una serie de televisión), Jack Lowden, Olivia Cooke, Kristin Scott Thomas y Jonathan Pryce, entre otros.

Pero es que ojo a la intro, que cuenta con el último tema compuesto por Mick Jagger, "Strange Game", en colaboración (remota) con Daniel Pemberton, el premiado compositor de bandas sonoras de series y películas como Ocean's 8, Rey ArturooSpider-Man: un nuevo universo además de la recienteLos tipos malos.

La serie Slow Horses se compone, de momento, de una primera temporada de seis episodios de los cuales, dos se lanzarán mañana mismo, 1 de abril. Serán los titulados "Failure's Contagious" y "Work Drinks".

A partir de ese momento, se lanzará uno nuevo cada viernes: "Bad Tradecraft" el 8 de abril, "Visiting Hours" el 15 de abril, "Fiasco" el 22 de abril y "Follies" el 29 de abril. Y... la segunda temporada ya está en producción, de modo que habrá una continuación.

Del apartado técnico no es necesario casi ni hablar si tenemos en cuenta que de la dirección se encarga James Hawes que viene de estar involucrado en series como El alienista, Black Mirror, Snowpiercer o Raised by Wolves y del diseño de producción responde Tom Burton, que tiene en la mochila proyectos como Britannia, Patrick Melrose o Soulmates. 

Apple TV+ saca pecho con sus ambiciosas películas repletas de estrellas para 2022 y los próximos años

¿De qué trata Slow Horses? La serie arranca mostrando una operación fallida que lleva al agente británico del MI5 llamado River Cartwright a caer en desgracia. Esto le hace ir a parar a Slough House, una suerte de purgatorio administrativo al que van aquellos que quedan marginados del servicio por no estar a la altura o haber metido la pata de forma garrafal, como es su caso.

En su nuevo puesto, estará bajo el mando de Jackson Lamb, un malhumorado, flatulento y bebedor vago completamente desilusionado que se encarga de frustrar cualquier esperanza de su equipo por volver a formar parte de la élite.

Ver galería

Slow Horses - Galería de imágenes I (7 imágenes)

Muy a su pesar, no le va a quedar más remedio que movilizarse cuando River se involucre en el secuestro de un joven paquistaní por parte de un violento grupo de supremacistas. La líder del MI5, Diana Taverner, tiene cuentas pendientes con él, pero tratará de sacar provecho de su actuación en paralelo, aunque en una dirección distinta a la que cabría esperar en un principio.

Uno de los aspectos que más llama la atención de Slow Horses es su particular sentido del humor, del que hace gala desde el primer momento. La secuencia de apertura, pura adrenalina que nada tiene que envidiar a las películas más ambiciosas del género, pronto se revela como lo que quiere dinamitar la serie: todo lo que te esperas de la glamourosa puesta en escena de un thriller al uso.

Así, pronto asistimos a las precarias condiciones en las que se trabaja en los suburbios, lejos de las grandilocuentes y ostentosas oficinas del MI5, con los agentes degradados emponzoñados en la burocracia más absurda, revolviendo basura o improvisando un saco de zapatos para defenderse.

Ver galería

Slow Horses - Galería de imágenes II (5 imágenes)

La ironía y el humor negro son la tónica habitual en un guión con momentos hilarantes y otros de repentina violencia, al igual que el juego de contrastes entre los personajes interpretados por Gary Oldman y Kristin Scott Thomas, dos polos opuestos que se verán obligados a establecer una colaboración forzosa.

No se puede dejar de lado el certero dardo que Slow Horses lanza hacia la agencia de inteligencia británica, sus conexiones directas o indirectas con los grupos extremistas y cómo los utilizan para alcanzar sus fines.

Se puede hacer incluso una lectura política de condena de las consecuencias que ha tenido el Brexit y de la hipocresía de determinados individuos influyentes, así que el discurso de fondo no puede ser más actual.

Esta primera temporada tiene un puntito de adictiva que hace que sea casi imposible resistirse a verla del tirón: cada giro inesperado, cada traición, cada sorpresa, está bien medida tras un ejercicio de tensión narrativa que va agitando el tablero de juego.

Cierto es que la amplia galería de personajes y la corta duración de la temporada hacen que nos queden ganas de saber más sobre ellos, pero todo indica que la continuidad está más que asegurada y que seguirán desarrollándose en un futuro muy cercano. ¡Estaremos bien atentos!