Qué es el 1% mínimo en videojuegos y por qué es tan importante a la hora de jugar

Los videojuegos han evolucionado mucho en las dos últimas décadas. Antaño los gráficos y el desempeño de un título no eran aspectos tan valorados, pero, hoy en día, todo juego está obligado a rendir a un buen nivel técnico. Un buen ejemplo reciente es Diablo IV para PC, PS5, PS4, Xbox Series X|S y Xbox One.

De igual manera, no sirve para nada que un juego sea muy bueno técnicamente, si después su rendimiento es un desastre en el lanzamiento, aunque con las gráficas más actuales, como las RTX 4060 Ti o RTX 4080, esos problemas brillaban casi por su ausencia.

Redfall, The Last of Us Parte I, Hogwarts Legacy o Star Wars Jedi: Survivor, son algunos juegos que salieron rotos al mercado (sobre todo en PC), si tenemos en cuenta que su tasa de FPS era de todo menos sólida.

Espera... ¿FPS? No, no nos referimos a los shooters en primera persona, sino a un concepto ya básico cuando hablamos de los gráficos y el apartado técnico de un juego, pero también de la vertiente jugable.

FPS significa ''Frames Per Second'', y determinan cuántas imágenes ejecuta un videojuego por cada segundo. Cuantas más imágenes, más fluida será la experiencia en función de la salida de vídeo.

Y ahí es donde entra en juego el concepto del 1% mínimo en videojuegos. Si estás familiarizado con el mundillo ''pecero'' seguro que sí. En caso contrario, en este reportaje os explicamos todo lo necesario para que entendáis qué significa, y por qué es tan importante.

1% mínimo en videojuegos, un concepto vital para el rendimiento:

• Qué es el 1% mínimo y su relación con los FPS
• Lo que determina el 1% mínimo
• ¿Cómo mejorar los mínimos del 1% y el 0,1%?

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Mínimos y Frames Per Second (FPS)

El rendimiento de un videojuego se mide en FPS, conocidos como ''frames por segundo''. Como os apuntamos más arriba, los FPS determinan el número de imágenes que muestra un videojuego en un segundo.

Mientras que en el cine se establece una tasa de 24 FPS, lo mínimo hoy en día es que los videojuegos mantengan una media de 30 FPS. En el caso de juegos optimizados para PC, PS5 y Xbox Series X|S, la tasa asciende hasta los 60 FPS (o incluso más, en el caso de ordenadores y algunos títulos de consola).

Claro, también depende de los hercios (Hz) que tenga tu monitor o televisor. Por ejemplo, un monitor de 60 Hz no podrá mostrar en toda su calidad los juegos a 120 FPS en PC, ya que técnicamente es incapaz de mostrar esos cuadros o frame adicionales.

Bajo la tasa estándar de 30 FPS, los videojuegos muestran acciones y secuencias más ágiles que el cine o las series de TV, aunque también es posible conseguir una suavidad superior con tasas de 40 frames y pantallas capaces de funcionar a 40 Hz.

Entonces, ¿qué es el 1% mínimo? Muy sencillo: se trata de las tasas más bajas (en FPS) que experimenta un videojuego, sobre todo en relación con su media de frames (ya sean 30, 60 o más).

De igual manera, el 0,1% representa el peor rendimiento, la tasa de frames más baja en la proporción 1/1000 (como en el 1% mínimo). Dicho de otro modo, cuanto más cerca estén estos valores a la media de fps, más suave será la experiencia de jugarlo. Valoramos si es óptimo o no según un índice.

No es la primera vez que un juego cumple con su tasa media de FPS, pero ofrece unas cuantas situaciones con peores resultados. Y es posible que sean momentos clave en la aventura.

Más allá de su impacto negativo en el juego en cuestión, lo cierto es que el 1% mínimo es algo fundamental para los desarrolladores. Permite conocer los puntos más flojos del apartado técnico (en ocasiones, de manera muy exacta), para que sea más sencillo solucionarlo.

Aplicación del 1% mínimo en videojuegos

Como hemos dicho antes, el 1% mínimo es muy importante a la hora de trabajar en la vertiente técnica de un videojuego. Para poder mejorar algo, primero hay que saber dónde flaquea el título en cuestión.

No es una mera cuestión visual, por supuesto. El rendimiento (FPS) representa cómo jugamos a un videojuego, en función de su género, su jugabilidad, sus gráficos o incluso la trama del mismo.

Un claro ejemplo es Star Wars Jedi: Survivor, el excelente juego de acción y aventura de Respawn. Nadie duda que es un grandísimo título, pero su rendimiento en PC fue desastroso (en su lanzamiento), alternando niveles bien optimizados con otros ''casi injugables''.

Para aplicar el 1% mínimo (o también 0,1%), lo que hay que hacer es compararlo con el índice medio de frames por segundo. Cuanta menos distancia exista entre ambos, mejor.

Si tu juego funciona a 30 FPS, y el 1% mínimo es de 20 FPS, es una buena noticia. Sin embargo, si el rendimiento es de 60 FPS, significa que debes optimizar mejor aquellas zonas, secciones o escenarios afectados por los mínimos.

Sucede lo mismo con el 0,1% mínimo (aunque a menor escala, claro). Si la tasa del 0,1% es muy inferior a la tasa media en FPS, tu juego sufrirá de caídas, rascones, petardeo de imagen, haciendo que la experiencia no sea todo lo fluida que cabría esperar.

Por lo tanto, lo que se pretende con el análisis del 1% y 0,1% mínimo es concienciar de aquellas partes de un videojuego que merecen ser optimizadas, para que se acerquen lo máximo posible a la tasa media.

Consejos para mejorar el rendimiento mínimo

Muchas veces, es más importante ''minimizar'' los mínimos del 1% y 0,1% que mejorar la tasa media de ''Frames Per Second'' de tu juego. Los jugadores suelen quejarse por los rascones o caídas de frames, sobre todo si hablamos de PC.

Existen varias formas de mejorar los mínimos, en términos de rendimiento. Obviamente, las primeras soluciones están en manos de los desarrolladores, que pueden optimizar mejor su título a base de parches y actualizaciones.

Sin embargo, nosotros como usuarios también podemos mejorar el rendimiento mínimo de un juego. Y a veces, solo es necesario tomarse un tiempo en los menús de configuración de dicho título (atención a esta función de TV para jugar a Zelda a 60 FPS).

Empezaremos con unos métodos bastante sencillos, que deberían bastar para elevar estos mínimos a la media de frames por segundo del videojuego:

• Cambia la configuración del videojuego: a veces es mejor optar por un rendimiento más fluido, antes que por una resolución apabullante o tener todos los parámetros en Ultra. Escoge el modo gráfico que más se ajuste a tu estilo de juego y, sobre todo, a las especificaciones de tu PC.
• Actualizar el hardware: la solución cara. Es posible que tu equipo necesite un cambio de GPU o CPU, o quizá el problema esté en la memoria RAM. Tampoco te olvides de la unidad de almacenamiento.
• Descargar los últimos controladores: parece una tontería, pero así es. Muchas veces no hemos descargado las nuevas versiones de los drivers de nuestra tarjeta gráfica, lo que podría mejorar considerablemente el rendimiento de los juegos.
• Cerrar programas en segundo plano: si tienes otros programas y aplicaciones en marcha, estos podrían ralentizar el rendimiento de tu juego. Te recomendamos cerrarlos.
• Desbloquea el límite de tu hardware: no recomendamos hacerlo si no tienes los conocimientos suficientes. Consiste en hacer ''overclocking'' a tu CPU o GPU, de manera que funcione más rápido y a mayor potencia de la que indica en sus especificaciones. Podría dañar tu hardware.
• Mejorar la refrigeración de tu equipo: a veces, y sobre todo tras largas sesiones de juego, nuestro PC funciona peor por una mala ventilación, acumulación de suciedad, o calor. Recomendamos una limpieza a fondo, colocar un ventilador adicional o cambiar la pasta térmica.
• Cambie las opciones de energía de tu PC: quizá no te hayas dado cuenta, pero tu equipo podría haber activado las funciones de energía equivocadas. Escoge la que asegure un mejor rendimiento.
• Comprueba que el videojuego está actualizado a la última versión: los desarrolladores suelen lanzar nuevos parches cada poco tiempo (sobre todo tras el lanzamiento), especialmente en PC. Asegúrate de tener la última versión instalada.

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Aunque parezca algo asegurado hoy en día, el rendimiento es una parte central de la experiencia con un videojuego. Y, en ocasiones, dependerá exclusivamente de cómo configures el juego en tu PC. Por ejemplo, aquí tienes unos consejos para mejorar los FPS de Minecraft.

De igual forma, si eres jugador de PC debes conocer a fondo lo que son los Frames Per Second (en este reportaje tienes más información) y tener en cuenta aspectos como las diferencias entre versiones de DirectX.

¿Conocías el concepto del 1% mínimo en videojuegos? No todo el mundo sabe qué significa, así que ahora podrás optimizar mejor tus juegos favoritos, y descubrir nuevas opciones de rendimiento tanto en PC como en Steam Deck o ROG Ally... incluyendo a Diablo IV, por supuesto.