A veces, "pequeños" juegos indie pueden esconder una experiencia que sea la envidia de los AAA. Under the Waves quiere emocionarnos con una aventura surrealista y muy personal en el fondo del mar.
Con Quantic Dream, vienen a la cabeza grandes producciones como Heavy Rain o Detroit. Pero la compañía francesa quiere también apadrinar proyectos más pequeños y prometedores dentro de su nuevo sello Spotlight, orientado a los juegos indie. Uno de ellos es Under the Waves, una aventura con mucha carga narrativa que llegará en 2023 a PS4, PS5, One, Series X|S y PC.
Recientemente, pudimos visitar las nuevas e impresionantes oficinas de Quantic Dream en París para probar de primera mano este llamativo proyecto (obra de Parallel Studio), del cual ya os habíamos dado cuenta en nuestro anterior avance de Under the Waves.
Las buenas impresiones de la partida anterior se mantienen aquí, pero vayamos por partes. A grandes rasgos, el objetivo es controlar a Stan, un buzo que acepta una larga misión de investigación en el Mar del Norte para poder pasar página ante una terrible pérdida personal que vivió recientemente.
Nosotros controlamos a Stan en tercera persona mientras se mueve en su base submarina o bien sale a mar abierto para investigar lo que le vayan comunicando por radio, como una serie de contenedores hundidos en el mar.
Las partes de la base submarina serán sencillas: levantarse, activar la cafetera o hablar con nuestro ordenador de a bordo marcarán la rutina que separe unos días en los que no vemos la luz del sol.
La cosa se pone interesante cuando nos aventuramos en el mar. Por supuesto, tendremos unas reservas de oxígeno limitadas, así que tendremos que ir vigilándolas y controlar cuántos viales de oxígeno extra nos quedan para recargar el tanque cuando esté a punto de agotarse.
También contaremos con la ayuda de un radar que podemos usar en cualquier momento para que nos indique la ubicación de los objetivos cercanos e importantes, ya que de lo contrario podría ser fácil perderse en las profundidades marinas.
Aunque podemos nadar a nuestro aire y en cualquier dirección, para las distancias largas será necesario recurrir a Moon, un pequeño submarino con el que ahorraremos oxígeno y podremos desplazarnos más rápido, aunque habrá que controlar el uso de combustible.
Mediante la exploración con Moon o bien "a pelo" cuando haya que manipular material preciso, iremos cumpliendo con nuestras misiones. En la breve demo que pudimos probar (de en torno a un cuarto de hora), teníamos que desatascar unos circuitos de aire a base de encontrar y girar las válvulas correspondientes, lo que pone a prueba nuestra orientación y visión espacial.
Más adelante, la investigación de unos contenedores nos ayudaba a escanear y fijar objetivos, aunque todo ello era una excuse argumental para llevarnos hasta los rincones más profundos del mar y toparnos allí, perdido en el tiempo, un extraño submarino.
Dentro, otros pequeños puzzles nos proponían colocar minas para reventar escotillas o regular la presión de otros dispositivos para poder avanzar en la investigación. Para manipular válvulas y otros objetos, tendremos que "posarnos" y dejar de nadar, lo que se hace simplemente pulsando un botón cerca de la superficie de la que se trate.
A nivel jugable, nos gusta que tenemos libertad para explorar las zonas más abiertas y descubrir no solo los objetivos principales, sino también objetos para recoger (limpiar la basura oceánica es parte del profundo mensaje ecologista del juego) e incluso craftear nuevas herramientas útiles. Hasta encontramos criaturas marinas con las que interactuar y entablar amistad.
Esos momentos de movimiento libre, en un entorno enorme y desconocido, son tan relajantes como inspiradores, pues el juego nos muestra toda clase de seres moviéndose libremente por su entorno (han investigado a fondo para representar la fauna y flora marinas reales de esa zona) mientras nosotros proseguimos con la investigación.
Pero claro, la otra faceta del juego, más allá del ecologismo y la relajación, es el drama personal de Stan. Tal y como le advierte su compañero por radio, permanecer tanto tiempo bajo el agua puede pasar factura al coco y nuestro protagonista comienza a experimentar extrañas visiones: enormes y brillantes medusas parecen atraerlo y puntos clave.
Cuando las seguimos, acompañados de una lírica melodía de piano, Stan ve... otras cosas. Cosas que cree imposibles, porque ya no deberían estar en este mundo, pero a las que quiere aferrarse.
Os prometemos que el plano final de la demo, con un plano alejado que muestra un momento muy íntimo, nos ha puesto la piel de gallina. Tiene toda la pinta de que este Under the Waves va a ser un juego muy dramático, pero también catárquico. Vamos, que los que somos más sensiblones vamos a soltar más de una lágrima y más de dos.
Pero este juego de aventura también atesora humor, especialmente cuando hablamos con el cómico ordenador de a bordo o cuando hablamos por radio con el compañero. Sí, quieren que sintamos melancolía, pero también momentos de diversión y, sobre todo, de asombro por lo que nos espera bajo las aguas.
El mar, la última frontera
A nivel técnico, como suele pasar con muchos juegos indie, hay una de cal y una de arena. El modelo de Stan, aunque pretende tener un tono algo cartoon, adolecía de bastantes imperfecciones en las animaciones y la expresividad, algo que chocaba con unas voces en inglés mucho más expresivas. Por supuesto, esto era una beta y hay tiempo para pulir bien esos detalles.
Es importante destacar también el diseño artístico del juego, que se ambienta en los años 70, pero tomando una estética retro-futurista, con algunos dispositivos que no existían como tales en esa época, pero que a la vez se muestran con un look que bien podría haberse dado en esos años.
El equipo de desarrollo se inspiró en los archiconocidos documentales de Jacques Cousteau y en las películas de aventuras de los años 70 para diseñar este mundo.
La interfaz de juego es sencilla y nos permite acceder a un minimapa, un visor de nuestro oxígeno y las herramientas disponibles (minas, el stick de oxígeno...), alternando entre ellas con la cruceta.
Es verdad que a veces costaba un poco orientarse en un entorno tan grande y, lógicamente, oscuro, pero los desarrolladores ya nos comentaron que están trabajando para que las indicaciones de los objetivos más inmediatos sean más claras cuando pulsemos el botón de escaneado. En cualquier caso, el juego nos presenta zonas clave del entorno que buscan ser puntos de referencia sencilla.
De hecho, donde sí llamaba mucho más la atención el juego era en la recreación del fondo marino. Las algas moviéndose, los bancos de peces a nuestro alrededor, los efectos de burbujas, la tenue iluminación de nuestro traje y el submarino... Todo contribuía a que nos "creyéramos" que de verdad estábamos en el enigmático y bello fondo del mar.
Lo mismo sucedía con la música, que iba guiando nuestras emociones en los momentos más clamados de exploración y aquellos en los que la sorpresa invade tanto al jugador como al personaje protagonista. Se trata de melodías serenas y basadas en pocos instrumentos, que buscan conectar con el lado intimista de la historia.
El control nos permite ascender y descender con los gatillos mientras con el stick controlamos la dirección. Como en la experiencia real del buceo, al principio cuesta un pelín pillarle el truco, pero una vez lo dominamos, resulta muy agradable recorrer los entornos.
Así pues, mantenemos nuestras altas expectativas sobre Under the Waves, especialmente, en lo narrativo y en la recreación de la experiencia de buceo. No busca ser un videojuego de primer nivel a nivel audiovisual, pero lo que tiene ya se basta y se sobra para hacer aflorar las emociones y ahondar en la búsqueda de nosotros mismos a decenas de metros bajo la superficie del mar.
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- Sonic Superstars
- The Witcher temporada 3
- Warhaven
- Baldur's Gate 3
- Toxic Commando
- Avance de Lysfanga
- The Lord of the Rings: Return to Moria
Con el evento terminado, ¿qué os ha parecido Summer Game Fest 2023? ¿Habéis echado en falta algún anuncio?
Descubre más sobre Daniel Quesada, autor/a de este artículo.
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