Análisis de la psicología del miedo en los videojuegos: ¿por qué nos gusta asustarnos?
Generalmente, se considera que el miedo es una respuesta negativa para el ser humano, pero, por increíble que parezca, nos encantan las películas, libros o videojuegos de terror. ¿Qué hay detrás del ''gusto'' por el miedo?
Desde su nacimiento en los años 70 y 80, el género del terror siempre ha tenido un peso importante en la industria de los videojuegos. Y la pregunta es: ¿Por qué? ¿Qué hay detrás de pasarlo mal con un juego de terror o gritar cuando disfrutamos de nuestro hobby favorito?
Todavía no hay una respuesta exacta. No a todos los jugadores y jugadoras les gusta pasar miedo, pero hay que reconocer que es uno de los géneros con más tirón.
No importa si nos persigue un alienígena, un zombie o un fantasma. O si tenemos que descubrir una oscura conspiración para aniquilar a la raza humana. La cuestión es que nos sintamos indefensos... pero interesados al mismo tiempo.
Aquí también entra el factor morbo, que la película Tesis (1996) apuntaba brillantemente, y que se traduce en ejecuciones brutales, asesinatos y crueles castigos cuando la pantalla muestra el mensaje ''Game Over''.
Es difícil, pero nos hemos propuesto una difícil tarea: encontrar el motivo por el que nos gustan los juegos de terror. Salvo excepciones, es algo generalizado en muchos jugadores.
¿Te gustan los juegos de terror? Si es así, entonces prepárate para descubrir las posibles causas de tu amor por el género, y es que dentro de poco llega Halloween con toneladas de sustos (y caramelos) para todos.
¿Por qué nos gustan los juegos de terror?
- Sustos por doquier
- Emociones a flor de piel
- Sobrevivir, innato en el ser humano
- Sentirnos parte de algo
La adrenalina del susto
Si pensamos en juegos de terror, lo primero que se nos viene a la cabeza son los sustos. En el mercado anglosajón se los conoce como ''jump scares'', esos que nos hacen literalmente saltar de la silla, y de los que ponen el corazón a dos mil por hora.
La gran mayoría de juegos de terror los tienen... y a patadas. Todavía no podemos olvidar esos zombies atrevidos, que se abalanzaban sobre nosotros nada más abrir una puerta en Resident Evil. O la inolvidable taquilla de Silent Hill.
Generalmente, los sustos se producen cuando no esperamos nada al otro lado, cuando esa sombra de pronto se torna en amenaza. Muchas veces, incluso nos dan gato por liebre porque juguetean con los efectos de sonido.
Cuando nos asustamos, nuestro cuerpo genera adrenalina. Es una sensación negativa, pero, en realidad, tiene muchos beneficios para el sistema circulatorio (está demostrado científicamente), y además activa nuestros cinco sentidos.
El rey del terror, Stephen King, asegura que el terror (ya sea en un libro, película o videojuego) funciona como una catarsis de emociones negativas, que nos ayuda a liberar ansiedad y estrés, por increíble que parezca.
Un juego altamente recomendable en este ámbito es Alien Isolation, un excelente survival horror desarrollado por Creative Assembly, que se basa en la legendaria película de Ridley Scott.
Nunca estarás a salvo. Y, cuando pienses que nada te puede atacar, nuestro amigo Xenomorfo te demostrará lo contrario. Es incluso peor que Némesis, el terrible monstruo que perseguía a Jill Valentine en Resident Evil 3.
¿Por qué nos gusta que nos asusten? Muy sencillo: porque nuestro cuerpo lo necesita. No requiere de sobresaltos, pero sí de adrenalina, por lo que jugar a este tipo de títulos se torna en placer (no para todos los jugadores, claro).
Una montaña rusa de emociones
Otro de los motivos radica en la disparidad de emociones. Por regla general, los jóvenes y adolescentes buscan estímulos constantemente, y las experiencias terroríficas son una opción a tener en cuenta (como ocurre con las montañas rusas).
No existe un juego de terror que no nos dé un respiro. La clave está en saber alternar los momentos de tensión con resquicios de paz, como pasaría con una atracción trepidante.
Un buen ejemplo es la saga Resident Evil y sus salas seguras. Seguro que recordáis estos lugares, provistos de un baúl y una máquina de escribir (para guardar partida), donde la música se tornaba tranquila y ningún enemigo podía alcanzarnos.
Sobre todo en Resident Evil 2 y Resident Evil 3, porque eran los únicos puntos en los que Mr.X y Némesis no podían entrar. Sabías que era tu momento para relajarte... aunque no para siempre.
Según un estudio realizado por las psicólogas Teresa Lynch y Nicole Martins, los seres humanos experimentamos sensaciones alegres cuando pasamos miedo. Al menos, cuando se trata de personas de temprana edad.
De un total de 269 universitarios, más de la mitad experimentó alegría, felicidad y alivio al ver una película de terror o jugar a un videojuego de miedo, así que las pruebas están ahí.
Los juegos de terror son especiales por esta razón. No siguen un desarrollo lineal, donde cada tiroteo o combate puede ser más difícil, pero no va a generarnos un sentimiento contrario al que ya hemos experimentado antes.
Ni que decir tiene que los fenómenos aleatorios, presentes (por ejemplo) en Amnesia: The Bunker, hacen que nos volvamos locos... y sintamos emociones diversas casi constantemente. Ahí está la clave de su encanto.
Sentimiento de supervivencia
Pasamos a hablar de algo que está presente en todos los seres vivos. Sí, el instinto de supervivencia nunca nos abandona, incluso en los momentos más desesperados. Es la razón principal de que los survival horror (un subgénero de los juegos de miedo) tengan tantísimo éxito.
Imaginaos que estáis en un apocalipsis zombie, al más puro estilo Dead Island 2. O que os persigue un temible asesino en serie, como ocurre en Dead by Daylight.
No hay nada más satisfactorio que sobrevivir, plantar cara a una situación inesperada que pone en peligro nuestra existencia.
¿Acaso hay algo mejor que encontrar más munición para la escopeta en Resident Evil? ¿O escapar con éxito de Pyramid Head en Silent Hill 2? Sabemos que es un juego, pero son acciones que nos recuerdan que seguimos respirando.
Así lo explica la doctora Margee Kerr, pues afirma que el miedo, tanto real como ficticio, es lo que nos hace sentir vivos. Obviamente, es mucho mejor si se trata de una situación irreal, y por eso nos encanta recrearnos en los juegos de terror.
También nos brindan beneficios corporales, porque hacen que nuestra mente siempre esté activa, en alerta. No puedes permitirte ni un solo despiste, porque entonces el enemigo te atrapará.
¿Y qué pasa cuando morimos? Un buen ejemplo es Dead Space, la obra maestra de Visceral Games ambientada en el USG Ishimura. Cuando un necromorfo nos atrapa, vemos morir a Isaac de formas absolutamente abominables.
Son escenas escabrosas, sí, pero nos motivan a volver a intentarlo... y darles su merecido. Porque, sea un videojuego o no, somos seres vivos que luchamos por sobrevivir.
Inmersión del jugador
Llegamos al último punto, que es, quizá, la clave del éxito para los juegos de terror. En realidad, prácticamente todos los videojuegos necesitan de esto para conectar con el jugador. En caso contrario, terminará por aburrirnos.
Se trata de la inmersión del jugador en la experiencia. Los juegos de terror han evolucionado mucho a lo largo de las décadas, adoptando formatos que llegasen más a los jugadores.
Antaño, los controles tanque de Resident Evil o Alone in the Dark funcionaban, pues se habían diseñado para entorpecer el movimiento del usuario, lo que hacía que fuera más vulnerable ante los enemigos.
Pero ahora se opta por la primera persona, que es la perspectiva que mejor conecta con el jugador (por razones obvias). Más si cabe, gracias a la tecnología de realidad virtual de PS VR2 o Meta Quest 2.
Es una de las razones por las que Capcom dio un nuevo giro a Resident Evil con su séptima entrega, consciente de las nuevas necesidades del público. Aunque, a decir verdad, Shinji Mikami ya quiso hacerlo con la primera entrega, pero se topó con las limitaciones del hardware noventero.
¿Recordáis el furor que despertó la demo P.T? Está claro que da miedo, pero el gran triunfo de aquella demostración ya extinta era que alimentaba nuestros peores presagios. Citando al célebre pintor Francisco de Goya: ''Los sueños de la razón producen monstruos''.
Hay otras formas de incrementar la inmersión en el terror. Por ejemplo, los juegos de Supermassive Games, como Until Dawn y The Quarry, permiten que el jugador tome decisiones en cualquier momento.
Esto hace que empaticemos más con los personajes, pues su vida depende de las decisiones que tomamos. Es un concepto que Konami y Genvid Entertainment también exploran en Silent Hill Ascension, la experiencia preparada para este Halloween.
¿Te has sentido parte de un juego de terror? Si la respuesta es sí, entonces lo habrás vivido de un modo especial, y lo recordarás como una experiencia tan terrible como satisfactoria.
Con Halloween a la vuelta de la esquina, seguro que quieres darte un verdadero festín de terror. ¿Te apasiona el cine? Entonces no te pierdas las 33 mejores películas de miedo de todos los tiempos, con grandes clásicos, cintas pop y obras más recientes.
De igual forma, aquí tienes 20 juegos de terror imprescindibles que debes jugar sí o sí, y también un recopilatorio con los mejores juegos de terror del 2022.
A muchos de nosotros nos gusta pasar miedo frente al televisor o monitor, y nos sentimos orgullosos de ello. Nada como un buen juego de terror para sentirnos débiles, porque es entonces cuando podremos reunir fuerzas para contraatacar. Y eso, señoras y señores, no tiene precio.
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