Análisis de Princess Peach Showtime!: dentro de ti hay una estrella, si lo deseas, brillará

Como quien no quiere la cosa, el año que viene Super Mario Bros. cumplirá 40 años, un tiempo en el que muchísimas cosas han cambiado, y Princess Peach Showtime! para Nintendo Switch representa esos vientos de cambio como nada. Sigue la estela de la renovada imagen de la princesa en Super Mario Bros. la película.

Y es que con este nuevo exclusivo de Nintendo Switch, la princesa Peach vuelve a pasar de ser la rescatada, a la única salvadora de la aventura, algo que ya saboreó hace más de una década con Super Princess Peach en Nintendo DS, aunque la diferencia aquí es que a Mario y compañía ni se les ve el bigote. Es decir, es la protagonista absoluta, y no una opción más para el multijugador.

Un cambio con el que el personaje, y la propia Nintendo, quiere derribar algunas paredes demostrando que uno de sus personajes más célebres puede ser mucho más proactivo y que no se limita a ser una princesa en apuros. También puede repartir estopa, resolver enigmas, ser una sirena, o una aguerrida ninja, repostera, patinadora... en dos palabras, lo que quiera y se proponga. 

Un hito que para un jugador adulto puede parecer menor (hemos visto personajes principales femeninos fuertes en Tomb Raider, Metroid y otros muchos juegos), pero que puede ser especialmente llamativo para los nuevos jugadores y jugadoras, y en especial los más pequeños. Peach ya no es la comparsa, es la protagonista e incluso hace igual o más cosas que Mario.

VIDEO

Y ojo, que tampoco es "un juego para niñas". Fieles al estilo Nintendo, aquí hay algo para todos, e incluso a este padre de familia que se acerca a los 50 tacos se le ha dibujado más de una sonrisa en la cara mientras preparaba este análisis de Princess Peach Showtime! No me cuesta reconocerlo: me lo he pasado mucho mejor de lo que esperaba con él.

Pero no adelantemos acontecimientos. Estos son los puntos que voy a tratar en el análisis de Princess Peach Showtime! para Nintendo Switch.

• Historia de Princess Peach Showtime!
• El gameplay de Princess Peach Showtime!: 10 obras, 10 estilos de juego
• Apartado audiovisual de Princess Peach Showtime! para Nintendo Switch
• Nivel de dificultad de Princess Peach Showtime!
• Duración de Princess Peach Showtime!; ¿cuántas horas de juego puede darme?
• Cuánto cuesta Princess Peach Showtime! y dónde puedes jugarlo
• La opinión de HobbyConsolas de Princess Peach Showtime!
• Nota: lo mejor y peor de Princess Peach Showtime!

La historia de Princess Peach Showtime! es puro al teatro

A diferencia de los juegos de Mario, donde cualquier fechoría de Bowser es el pistoletazo de salida para enfrentarnos a nuevos niveles de plataformeo, aquí es la propia ambientación la que marca el tono de la aventura a la que se enfrenta Peach.

Desde la mismísima intro queda claro: un Toad llega a las puertas del palacio de Peach con el flyer de un sugerente teatro donde se están representando un montón de obras. Y como Peach no se lo quiere perder, hasta allí que se desplaza la princesa para darse cuenta pronto de que algo no va bien.

La bruja Grape ha bloqueado las salidas y se ha hecho con los mandos del teatro, alterando las obras a su antojo con la llamada malguria y haciendo que sus huestes se suban a los escenarios. 

Es así como conocemos a Lucy, una criatura con aspecto de estrella, que es la protectora del teatro. Ella nos pedirá que la ayudemos a reinstaurar el orden, además de encontrar a los "Esplendi", los protagonistas de cada obra que, como descubriremos tras avanzar un poco, han sido encerrados por Grape en el sótano del teatro.

Así que ya sabes lo que te va a tocar, desbloquear cada planta del teatro (hay cinco más el sótano). En cada una de estas plantas encontraremos un esquema idéntico, con cuatro puertas, y cada una nos da acceso a un escenario donde se representa un fragmento de las 10 obras que componen la aventura.

Al completar los cuatro niveles de una planta, tendremos que enfrentarnos al jefe final, y si le derrotamos, desbloquearemos la siguiente planta. Fácil, ¿verdad? 

De este modo, cada obra está compuesta por tres niveles, repartidos por las distintas plantas del teatro... aunque el tercer fragmento, que es el epílogo de cada obra y el rescate de los Esplendi, siempre está en el sótano.

Suena más lioso de lo que realmente es, pero dividir las obras en tres niveles distintos, repartirlos por todo el teatro facilita y que no los juguemos de manera secuencial, es clave para que el juego se sienta en todo momento una experiencia muy variada, en la que vamos alternando las distintas mecánicas y estilos de juego marcados por la temática de las obras.

El gameplay de Princess Peach Showtime!: 10 obras, 10 estilos de juego

Como os contamos en nuestro avance, y otros artículos, Princess Peach Showtime! es un plataformas pensado para todos los públicos, y en especial para los más pequeños de la casa, esos que se están iniciando en los videojuegos.

Es por eso que el control de Princess Peach Showtime! es como los juegos clásicos de Super Mario Bros. y solo utiliza dos botones de acción, aparte del stick izquierdo para movernos (curiosamente, no podemos usar la cruceta). Existe un tercer botón, pero con una función super concreta que indicaremos más adelante.

¿Para qué sirven esos dos botones? Pues depende del nivel en el que nos encontramos, y por supuesto, la obra. En el primer nivel de cada representación entramos en el escenario como la princesa Peach, y debemos encontrar el "esplendor", una especie de estrella que cambia nuestro aspecto al estilo Sailor Moon y nos convierte en la protagonista de la obra.

Hasta que eso suceda, el botón A se utiliza para saltar, mientras que el botón B nos permite utilizar nuestra cinta, por ejemplo, para atacar a los enemigos o ayudar a los Bambalinos, los habitantes de las obras de teatro (y de paso, inspirarles para que sean más fuertes o valientes para que realicen acciones dentro de la obra).

Una vez encontrado el esplendor y la princesa Peach ha mutado de aspecto, el botón de salto se mantiene en la mayoría de los casos, mientras que el segundo botón de acción nos permite realizar acciones específicas del papel que interpretamos (además de las acciones automáticas). Así, por ejemplo...

• Peach Espadachina: da estocadas con su mandoble, incluso en vertical si pulsamos arriba.
• Peach Ninja: ataca con sus kunai, puede respirar debajo del agua, mimetizarse con las paredes...
• Peach Vaquera: lanza su lazo, con el que puede sujetar incluso barriles.
• Peach Repostera: bate masa de galletas en cuencos, adorna tartas gigantes desde un columpio...
• Peach Furtiva: piratea máquinas, usa su cable para agarrar ganchos flotantes y planea en el aire.
• Peach Patinadora: realiza filigranas sobre el y golpea a patinadores enemigos al ejecutarlas.
• Peach Detective: examina pruebas y decidimos sacar su "dedo acusador" al sospechar de alguien.
• Peach Superheroína: vuela, realiza energéticos ataques, puede levantar autobuses...
• Peach Sirena: usa su voz para controlar bancos de peces con distintos fines.
• Peach Kung Fu: artista marcial que reparte patadas, se balancea en postes...

De este modo, con la espadachina romperemos zarzas gigantescas para abrirnos paso y acabaremos con enemigos, mientras que con la ninja nos esperan niveles con toques de sigilo (evitar las linternas de algunos enemigos, escondernos en el césped, usar una tela para mimetizarnos con las paredes...).

Son solo dos ejemplos, pero podemos seguir con la respostera, donde debemos ser rápidos batiendo y adornando tartas para alimentar a unas voraces hordas, mientras que con la detective debemos revisar todos los objetos sospechosos en busca de pistas que nos permitan seguir avanzando en nuestras pesquisas, como por ejemplo descubrir donde van a poner una bomba.

O la patinadora, que deberá rescatar al plantel de bailarinas en piques de baile y poses o incluso en un desfile. ¿Y qué decir de la obra de Kung Fu, donde no falta incluso un despiadado maestro al que tendremos que vencer en duelos de reflejos para pulsar el botón de ataque en el momento justo?

Con la superheroína somos una suerte de Capitana Marvel que detiene una invasión alien gracias a una armadura que le da superfuerza y capacidad para volar, entre otras cosas (con sorpresón final incluido). O la sirena que, como en La Sirenita, canta como los ángeles, aunque aquí para usar bandadas de peces para liberar a los bambalinos, abrir conchas gigantescas...

Son solo algunos detalles de la jugabilidad única que nos espera en cada obra, en las que incluso hay minijuegos específicos para explotar algún aspecto de los trajes de Peach y secciones en las que la dinámica jugable cambia por completo (zonas que parecen endless run en los que no controlamos el avance, minijuegos en los que planeamos recogiendo objetos, guiños a los juegos musicales...).

En todos los niveles, aparte de llegar al final, tenemos objetivos adicionales, como encontrar un número variable de "esplendoritas", que vienen a ser como las estrellas de los juegos de Mario y que necesitamos, por ejemplo, para desbloquear las puertas cerradas de los jefes de cada planta. En este sentido, el juego es "permisivo" y siempre pide cantidades muy, muy asequibles.

En los niveles también encontraremos a personajes más o menos escondidos, como Globerto (un bambalino suspendido en el aire con un globo, que nos da monedas) y Cintacio, que siempre suele ocultarse y al ser encontrado nos proporciona lazos adicionales para personalizar a las heroínas. Y por supuesto, monedas que podemos recoger y gastar en la tienda de trajes para Peach y Lucy.

Encontrar algunos de estos secretos requiere usar el tercer botón de acción que mencionaba antes, con la que adoptamos las llamadas poses. Bajo algunos focos (vibran al pasar por debajo de su luz) y sobre plataformas sospechosas, podemos posar y algo pasará en el escenario o directamente accederemos al escotillón, o "trampilla" por la que salen a hurtadillas del escenario los actores.

Debo reconocer que, pese a la sencillez general del juego, conseguir todas las esplendoritas puede requerir varios intentos, porque algunas están bien escondidas, o directamente, requieren superar algún minijuego específico de manera intachable, sin fallos.

Es uno de esos ejemplos en los que el juego muestra su doble faceta, tanto para jugadores "noveles" como oara expertos: puedes terminarlo sin demasiados problemas, pero también tiene desafíos extra que requieren algo más de tesón y habilidad para quien quiera conseguir el 100% de la aventura.

En general, me ha parecido que Princess Peach Showtime! tiene un desarrollo muy variado, simpático, ameno y disfrutable por cualquier tipo de jugador que, simplemente, busque pasárselo bien, sin mayores pretensiones. No es Dragon's Dogma 2, ni Rise of the Ronin, es algo mucho más ligero y directo.

Además es capaz de arrancar más de una sonrisa: cuando veas a Peach Patinadora hacer poses o a la Detective tirar de intuición y acusar a algún personaje al estilo Ace Attorney, acompañado de un "aha", o el mismísimo combate final (del que no podemos decir nada), es complicado no esbozar una sonrisa. Y son solo algunos ejemplos. Lo dicho, sencillez y diversión para todos.

Apartado audiovisual de Princess Peach Showtime para Nintendo Switch

No me duele reconocer que uno de mis juegos favoritos de Nintendo Switch es Luigi's Mansion 3. Ese juego tiene un estilo gráfico muy cuidado que me parece de lo más atractivo del enorme catálogo de Switch. Y Peach Showtime! tiene pinceladas que recuerdan al mismo cuidado estilo y ayudan a que tenga un toque especial.

Puede ser el ambiente del teatro, las animaciones de Peach, las lúgubres apariciones de la villana, los jefes de cada planta, el oscuro sótano del teatro, los tonos neones para distinguir los niveles superados de los que no... muchos detallitos me recuerdan al apartado visual de la última aventura de Luigi.

El caso es que Princess Peach Showtime! también juega con otro elemento: intenta recrear la atmósfera de un teatro. Desde el telón en los tiempos de carga, al sonido del timbre que avisa de que está a punto de empezar la función, pasando por la oscuridad al entrar en escena o sus escenarios, que simulan estar hechos a base de manualidades (y que a veces recuerdan a Yoshi's Crafted World).

Tampoco oculta los cables de algunas "marionetas" como un caballo o de elementos colgantes como nubes. Ni esconde los bastidores, ni los aplausos del público al realizar ciertas acciones. O las propias tramas de las obras, que tienen momentos muy simpáticos con clichés de sus respectivos géneros (¿un duelo de patinadores?).

Como colofón, Princess Peach Showtime! tiene numerosos destellos de calidad, empezando por las escenas de transformación de Peach en cada papel protagonista a sus animaciones (que varían enormemente entre obras) o los diseños de los jefes (como siempre, hay que aplaudir muy fuerte a Nintendo por las traducciones y los nombres de los personajes).

Pero aun con todo lo bueno que tiene, también hay detalles que chirrían un poco. El primero son los tiempos de carga de cada nivel, y es algo que choca porque Nintendo suele reducir estas pantallas de espera a la mínima expresión. Aquí pueden durar 15 o 20 segundos fácilmente. 

¿Grave? No. Pero en minijuegos como los ensayos (se desbloquean al liberar una planta por completo), donde si fallas tienes que volver a cargar, pueden hacerse más evidentes y pesados de lo que debería. Además, por regla general los niveles no son especialmente largos, y es posible superarlos, de media, entre 6 y 12 minutos, aproximadamente.

Y, después de haber visto la película, también chirría que Peach solo diga algunas palabras sueltas en inglés, con secuencias que solo tienen texto o expresiones sueltas. Si estamos hablando de un producto para toda la familia, contar con una localización completa, con voces y textos en castellano, ¿no lo haría más atractivo para todo el público, incluidos los más pequeños?

Una cuestión que incluso tiene menos sentido viniendo de donde venimos. Si Nintendo lo ha hecho con The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, aquí le había costado incluso menos esfuerzo, porque ni hay muchísimos diálogos, ni un gran número de personajes que interactúen...

Por último, la parcela sonora cumple y no hay nada que desentone, aunque salvo por algunas piezas concretas que si que resultan pegadizas, la banda sonora tampoco es algo que destaque enormemente. 

Nivel de dificultad de Princess Peach Showtime!

Princess Peach Showtime! no es un juego difícil. Puede que a los más pequeños les cueste un poco algún jefe o alguna sección en concreto... pero durante toda la aventura mantiene un nivel muy asequible que permite avanzar sin demasiados problemas. 

Otra cosa es completarlo al 100%, lo que requerirá varios intentos a un elevado número de niveles, algo que se puede hacer sin problemas al terminar la aventura.

¿Cuántas horas de juego dura Princess Peach Showtime!?

La duración de Princes Peach Showtime! es de unas 10 horas, pero solo para completar la historia. Puede que a un jugador adulto con experiencia en videojuegos le dure algo menos . A un niño puede que incluso le dure algo más.

Otra cosa es completarlo al 100% y conseguir todos los desbloqueables, donde la duración se puede ir a las 15-20 horas, dependiendo de la habilidad de cada uno. Por ejemplo, los mencionados ensayos nos ponen a prueba con algunos de los trajes, por ejemplo, con la espadachina, para vencer a 140 enemigos dentro de un tiempo límite.

Y por supuesto, al terminar la aventura por primera vez se habilitan algunas posibilidades nuevas, de las que no podemos adelantar nada, pero que en algunos casos, ayudan a que volver a rejugar los niveles de nuevo tengan algún aliciente extra. 

Cuánto cuesta Princess Peach Showtime!, ediciones y dónde puedes jugarlo

Princess Peach es un juego exclusivo de Nintendo Switch, por lo que solo podrás jugarlo en la consola híbrida de Nintendo, ya sea Nintendo Switch OLED, Switch Lite o el modelo original.

Tanto en versión física como digital, sólo existe una edición. Y en ambos casos, y como acostumbra Nintendo a no hacer distinciones de precio, Princess Peach Showtime! cuesta 59,99 euros.

La opinión de HobbyConsolas de Princess Peach Showtime!: el show debe continuar

No miento si digo que ni el anuncio, ni los primeros trailers de Princess Peach Showtime! me llamaron lo más mínimo la atención. De hecho, no tenía ni pensado jugarlo: no me parecía un juego interesante, ni para mí.

Pero no podía estar más equivocado. Aunque no alcanza el estatus de "maravilla" como Super Mario Bros. Wonder, sí es otro tipo de genialidad, una pensada y diseñada para cambiar la imagen que tenemos de la princesa Peach y que las nuevas generaciones tengan otro referente made in Nintendo, sin esconderla como a Samus Aran en 1986.

Claro que la princesa no es nueva: lleva casi 40 años al lado de Mario, pero el 99% de las veces relegada a un papel más secundario, como personaje a rescatar o manejable en el multijugador. Aquí,  ella es la dueña y señora de una aventura en la que se desmelena y la vemos hacer prácticamente de todo, desde levantar autobuses a moler a palos a un maestro de Kun Fu o cantar bajo el agua.

Y todo lo hace con un desparpajo, simpatía y un gracejo que es capaz de cautivar a pequeños y grandes, acompañado de una jugabilidad sencilla, hasta tontorrona en ocasiones, pero que atrapa de principio a fin, sin flaquear en ningún pasaje. Una aventura variada a la que resulta complicado resistirse y con las que la nuevas generaciones tienen más fácil empatizar con una renovada Peach.