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Por qué The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom debería ser el juego del año: Rumbo a The Game Awards (III)

Zelda GOTY

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom es el mejor juego de 2023, y debería ser el triunfador de The Game Awards: la obra maestra de Nintendo ha hecho historia, y aunque todos los nominados son excelentes, es el único que de verdad rompe el molde.

Las nominaciones al Juego del Año en The Game Awards han estado en 2023 más reñidas que nunca, y este año se han quedado fuera de los seis finalistas muchos juegos que en un año "normal" hubieran estado sin muchas dificultades.

Pero desde el 1 de enero de 2023 todos sabíamos que uno estaría con toda seguridad: The Legend of Zelda Tears of the Kingdom. Ningún juego ha sido más influyente en la última o últimas generaciones de videojuegos como Zelda Breath of the Wild, incontestable GOTY de 2017, también en el show de Geoff Keighley.

Nintendo podría haber optado por una secuela sencilla, más de lo mismo más grande y mejor. La expectación era enorme cuando el desarrollo de "Breath of the Wild 2" se extendía durante años y años. ¿Qué podría estar cocinando Nintendo para tardar tanto en tenerlo listo?

La respuesta fue algo que, otra vez, nadie había visto nunca. No la típica secuela, sino algo totalmente nuevo, rompedor, y en cierta manera, mucho más arriesgado de lo que creo que mucha gente se da cuenta.

Y aunque el premio de este año parece estar cantado, estas son mis razones por las que The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom no solo es el Juego del Año, sino una de las mejores secuelas jamás hechas.

Reinventar la definición de secuela

Zelda: Tears of the Kingdom

Zelda Tears of the Kingdom es una de las raras secuelas directas de Nintendo, que suele preferir hacer borrón y cuenta nueva. Al menos con sus sagas más preciadas, como Zelda, Mario Kart o Super Mario 3D, muy dosificadas (a veces para desesperación de los fans) para asegurar que nunca pierdan el factor de "exclusividad".

Zelda Tears of the Kingdom es una excepción, como lo fue Zelda Majora's Mask en su momento. Y ambos son juegos que, a priori, lucen prácticamente idénticos a sus predecesores... pero están muy lejos de jugarse igual. De sentirse igual.

Por injusto que parezca, creo que la mejor forma de explicar por qué TotK es tan especial es hacer una comparación con otros equivalentes cercanos, secuelas directas. 

Zelda Tears of the Kingdom

A principios de 2017, casi a la vez que salió Zelda Breath of the Wild, salió Horizon Zero Dawn, un RPG de acción exclusivo de PlayStation con no pocas similitudes con Zelda (mundo abierto y "post apocalíptico", en el que la naturaleza se ha desbocado y donde campan robots hostiles). 

Aunque el juego de Guerrilla Games tuvo una gran recepción, quedó en la sombra de Zelda. Su secuela Horizon Forbidden West, lanzada cinco años después, mejoraba en todo a su predecesor, era más grande, un mundo mas espectacular... pero era más de lo mismo. Y volvió a quedar en la sombra de otro juego mucho más innovador, Elden Ring.

Eso puede ser más que suficiente para que el juego sea excelente en todo lo que se propone, como el juego que defiende mi compañero David. Pero queda lejos de la grandeza, y a menudo eso también se nota en su rendimiento comercial.

También diría que ocurrió lo mismo con God of War Ragnarok: una secuela directa, más y mejor, pero casi idéntica en lo jugable. Y como resultado, su repercusión fue menor que el predecesor de 2018, evidenciando un rendimiento decreciente, aunque sea leve (que en este caso eludirán haciendo que la saga de Kratos haya finalizado en dos juegos en vez de tres).

 

Por qué Zelda Tears of the Kingdom debería ser el Juego del Año

¿En qué se diferencia Zelda Tears of the Kingdom de esos juegos? En que desafía las convenciones de lo que una secuela debe ser. No es un más y mejor que Breath of the Wild. Es diferente. 

Y, paradójicamente, lo consigue sin esconder que ha "reciclado" el mapa entero, uno de sus aspectos más polémicos. Hay muchos cambios, sí, pero prácticamente es el mismo Hyrule. En muchos sitios, una captura de TotK es indistinguible a la de BotW.

Zelda Tears of the Kingdom Kolog

¿Eché de menos que el primer Zelda nuevo en seis años tuviera un mundo nuevo, como era habitual en la saga? Parte de la gracia de Breath of the Wild era explorar un mundo abierto gigante que no te aturullaba con signos de interrogación, sino que te invitaba a explorar sin rumbo fijo. Así que sí, parte de la magia se perdió, o al menos, no se repitió. 

Y, sin embargo, eso solo enfatiza el milagro que obró Nintendo: que una secuela tan aparentemente continuista se sienta tan diferente

La clave, claro, eran los nuevos poderes de Link: la fusión de objetos, para crear combinaciones de armas, flechas o escudos casi infinitas; y la ultramano, para construir vehículos, herramientas o cualquier cachivache imaginable. Todo cimentado en una lógica aplastante y unas físicas perfectas.

Parte del éxito que alcanzó Breath of the Wild se explica por su carácter viral: la gente compartía tuits, vídeos o artículos del tipo "no te creerás lo que puedes hacer en Breath of the Wild". Así que Nintendo diseñó la secuela pensando explícitamente en ese público: el que es capaz de crear un Mechagodzilla mecánico con ruedas, fósiles de ballena y lanzallamas. La publicidad se hace sola.

Hace un año todos deseábamos "Breath of the Wild 2" por la promesa de una nueva aventura de Link y Zelda en el mejor mundo abierto jamás hecho. 

Lo que nadie esperaba es que Tears of the Kingdom se fuera a convertir en un sandbox estilo Minecraft. Con posibilidades que ojo, son muy limitadas, lo que ayuda a que agudicemos la imaginación y desafiemos lo imposible.

Zelda Tears of the Kingdom

De hecho, las "únicas" novedades en el mapa, el mundo subterráneo y las islas del cielo, están ahí no por "acumular" y ofrecer el "más y mejor", sino que están pensadas específicamente para sacar el máximo partido a estos nuevos poderes.

Crear planeadores para volar, tender puentes entre islas, y conducir vehículos con luz imprescindibles para transitar por las oscuras y dañinas profundidades, donde se vuelve un auténtico juego de terror. 

¿Y qué pasa si no eres tan creativo o no te apetece ponerte a construir? Pues que Zelda Tears of the Kingdom tiene quizás uno de los mejores arcos narrativos para la princesa Zelda que ha tenido la saga, un villano en condiciones con Ganondorf y una historia y mazmorras tremendamente mejoradas con respecto a su predecesor. Es la secuela épica que pedíamos... y mucho más.

 

Razones a favor y en contra para que Zelda Tears of the Kingdom sea el GOTY 2023

Zelda Tears of the Kingdom

En un mundo con secuelas cada vez más grandes y reiterativas, Nintendo ha dado una lección de innovación. Dicen que un rayo no cae dos veces en el mismo sitio, salvo si ese rayo es la inspiración del equipo liderado por Eiji Aonuma.

Y esa, precisamente, puede ser la razón que impida que Zelda Tears of the Kingdom gane el GOTY: su predecesor ya fue premiado en The Game Awards 2017.

Razones a favor de Zelda Tears of the Kingdom para el GOTY 2023

  • Sorprende e innova respecto a Breath of the Wild de formas que ni alcanzábamos a imaginar.
  • Las mecánicas de creación y fusión darían para un juego propio.
  • Sin volver al esquema clásico, las mazmorras son mucho más sólidas que en BotW.
  • La historia, y en particular el arco de Zelda, es magnífico.
  • Es chorra y te puedes pasar horas haciendo el tonto... y luego llorar de emoción un instante después.

Razones en contra de Zelda Tears of the Kingdom para el GOTY 2023

  • Breath of the Wild ya fue GOTY 2017 y hay muchos otros estudios que, de sobra, también merecen el reconocimiento.
  • Que en algunos aspectos sea tan parecido a Breath of the Wild juega en su contra.
  • Para... para el siguiente Zelda... ya tocaría... un cambio de aires, ¿no?
  • Bueno, qué sabremos nosotros.

Indudablemente, los seis nominados este año a Juego del Año en The Game Awards son meritorios de recoger el premio. Todos son excelentes en lo que se proponen hacer y un ejemplo a seguir en sus respectivos géneros, como el caso de Baldur's Gate 3 y los juegos de rol por turnos.

La diferencia de Zelda es que es el único que rompe el molde de verdad. Ni siquiera la propia Nintendo con Super Mario Bros. Wonder, aun con la inventiva de sus efectos maravilla, se acerca lo que ha conseguido el equipo de Zelda Tears of the Kingdom, creando dos juegos antológicos que pasaran a la historia.

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