Jenna Ortega podría acabar con su carrera si sigue el mismo camino que ha tomado con Miércoles y Scream VII
Los proyectos más recientes de Jenna Ortega han sido los más exitosos de su carrera, pero también los que han sacado a relucir el lado más oscuro de la intérprete.
Jenna Ortega se inicia en el mundo de la interpretación a muy temprana edad, y con tan solo 11 años ya está actuando en su primera película, Iron Man 3 (2013), a la que siguió Insidious: Capítulo 2 (2013).
Más adelante la vimos también con un papel recurrente en la serie Jane the Virgin (2014), de protagonista en Entre hermanos (2016), y dando voz a una princesa Disney en Elena of Avalor (2016).
Pero entonces Jenna Ortega seguía siendo una actriz infantil sin el reconocimiento que tiene a día de hoy, cuyas acciones estaban supervisadas por su padre y su madre.
Su carrera siguió escalando y se convirtió en un rostro habitual de las producciones originales de Netflix. Apareció en: You (2019), The Babysitter: Killer Queen (2017), Jurassic World: Campamento Cretácico (2020), y El día del Sí (2021), todas ellas de la plataforma de streaming.
Después de protagonizar The Fallout (2021) de HBO Max y la cinta de terror X (2022), Jenna Ortega regresó a Netflix para la serie de Tim Burton sobre la adolescente de la Familia Addams, Miércoles. Con ella, llegó su salto definitivo a la fama, pero también llegaron los problemas.
Jenna Ortega ha puesto en riesgo sus producciones más recientes
Su ascendente caché ha provocado que, en los últimos años, Jenna Ortega haya presentado actitudes cuestionables, y tomado decisiones que han puesto en juego diversas producciones, en mayor o menor medida.
Ahora ya cuenta con 21 años, es adulta y responsable de sus decisiones, y su popularidad le ha debido hacer creer que está en una posición intocable para comportarse con total libertad en la industria.
Desde luego, le llueven cada vez más ofertas, para papeles más destacados, pero la actriz de Miércoles ha respondido a ello con cierta egolatría, aprovechándose de su situación.
El icónico baile de Miércoles, posiblemente lo único que se recuerde un par de años después sobre aquella insulsa serie, nació en las peores condiciones posibles. El rodaje de Miércoles se llevó a cabo cuando la pandemia todavía azotaba con fuerza, y Jenna Ortega había estado enferma de COVID-19 poco antes de rodar su memorable escena.
La protagonista de Miércoles, a pesar de haber sido la coreógrafa del baile viral, puso en riesgo la salud del resto del equipo presentándose en el rodaje todavía son síntomas, sin esperar a los resultados, que serían positivos, del test de COVID-19. Jenna Ortega fue criticada, y no es para menos, de atentar contra la salud del equipo y por tener una gran “falta de profesionalidad”.
Pero aquel no fue su único percance que tuvo con la serie de Netflix que le dio el reconocimiento mundial, pues durante la filmación de Miércoles también arremetió contra los guiones que leía, y cambió más de una línea de su personaje.
“Todo lo que tenía que interpretar, no tenía ningún sentido”, aseguró la intérprete, reconociendo que en muchas ocasiones tuvo que darle explicaciones al equipo de guionistas a posteriori, por haber alterado el texto mientras las cámaras estaban grabando.
Jenna Ortega y su marcha de Scream VII
El mismo año en el que se estrenó Miércoles, Jenna Ortega también se dejó ver en la gran pantalla para otra de las producciones más importantes de su carrera: el reboot de Scream en el que encarnó a Tara Carpenter, para consolidarse como reina del grito.
El éxito de la cinta hizo que recibiera una nueva entrega al año siguiente, Scream VI (2023), y que se pusiera en marcha una séptima película que ha atravesado muchas dificultades, una de ellas protagonizada por la propia Jenna Ortega.
Paramount Pictures
Melissa Barrera, una de las actrices protagonistas de la saga, fue la primera en abandonar el barco, despedida por sus desafortunados comentarios contra Israel. Y no tardó en seguirla Jenna Ortega, aunque fue por un motivo muy diferente.
Como su fama seguía en alza, la actriz de Tara Carpenter exigió a la productora un aumento de salario con respecto al que había percibido en las entregas previas de la saga, pidiendo siete cifras en lugar de seis. Ante la negativa del estudio, la actriz no cedió y abandonó Scream VII.
Una situación similar a la que ya se había enfrenado con Neve Campbell, protagonista de las primeras películas de Scream, que tampoco estaba dispuesta a regresar si no eran por más dinero.
La marcha de Melissa Barrera y Jenna Ortega de Scream VII se hizo notar, y la producción se siguió hundiendo cuando Christopher Landon también se sumó a la desbandada abandonando la dirección.
Por ahora, Scream VII no parece que vaya a seguir adelante, mientras que Miércoles sí ha sido renovada para una segunda temporada en Netflix.
Jenna Ortega, por su parte, sigue brillando. Ha protagonizado hace poco Miller's Girl, y estrenará a mediados de año Beetlejuice Beetlejuice de Tim Burton, aunque tiene otros cuatro proyectos en postproducción.
A día de hoy, Jenna Ortega no baja de la cresta de la ola, pero si su actitud hacia sus próximos trabajos no cambia, es más que probable que las productoras se empiecen a replantear si les interesa tener en el equipo a alguien que sólo sabe mirar por sus propios intereses, con la fama subida a la cabeza, obstaculizando el trabajo del resto.
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